UN HAKA PARA EL ALMA DE ATLÉTICO NACIONAL
Terminó el mundial de rugby con el título para los All Blacks de Nueva Zelanda. Yo de rugby poco o nada sé y no madrugué para ver ninguno de los partidos. Eso sí, me vi en diferido varios y trataba de entender el cuento. Pero más allá del try y demás vericuetos que trae este deporte, me llamó la atención la lealtad con la que se juega, el respeto por el rival, la dignidad de cada selección por su camiseta y la ceremonia que hacen los All Blacks antes de cada encuentro. Se llama el HAKA y es una danza de guerra que durante siglos se han pasado de generación en generación las tribus maorís que habitan esta región del planeta.

En perfecta sincronización, bajo el liderazgo del jugador nativo más representativo, los All Blacks se forman frente a su rival con una mirada desafiante e inician una serie de movimientos. Al mismo tiempo lanzan arengas en lengua maorí y sacan continuamente la lengua. En ningún momento buscan burlarse del rival, incluso en Wikipedia dice que el HAKA es una danza que denota bienvenida al forastero.