La obsesión por las fotografías lleva a mi hermana a desnudarse delante de mí y luego…
Mi nombre es Félix y desde hace tiempo que estoy trabajando de manera independiente como fotógrafo. En teoría soy ingeniero en cómputo pero mi verdadera pasión siempre ha sido la fotografía por lo que últimamente me he inclinado más por dicha profesión.
Lo que les cuento ahora sucedió una tarde en la que regresaba de una sesión fotográfica con unas edecanes de una cervecería muy famosa en mi país. Las chicas estaban de lujo y, a pesar de la ética profesional que uno debe guardar como fotógrafo, no he de negar el que no pudiera evitar que me pusieran el pito duro.
Pasaba cerca de la casa de mis padres y pensé en visitarlos. -Tenía tiempo que no lo hacía y realmente extrañaba a mis viejos.- En cuanto baje del auto timbre en un par de ocasiones pero nadie salió a mi encuentro. Pensé en retirarme y más tarde telefonearles pero al yo traer un juego de llaves conmigo sentí que sería mejor pasar a esperarlos y así darles la sorpresa.
Entre en la casa y de inmediato sentí una enorme nostalgia. Realmente extrañaba vivir con mis padres. Es que acaso tanto tiempo habría pasado desde que me mude?
Me dirigí a la cocina y enseguida comencé a prepararme un café bien cargado como me gustan. No tenía planes para el resto del día así que me senté a beberlo tranquilamente en la sala mientras esperaba que alguien llegara a casa.
Acababa de terminarme mi café, habrían pasado unos 30 minutos, cuando de pronto escuché que alguien llegaba. La puerta se abrió y entró mi hermana menor Alicia quien venía de la escuela.
Alicia es una chica bastante amable y divertida. Siempre está contenta y animando a quienes caemos en depresión. A decir verdad, nunca la he conocido en un estado de ánimo decaído o molesto. Creo que es de esas personas que están en nuestro mundo para recordarnos cuánto vale la vida.
-Hola!!- la salude en cuanto entro.
-Hermanito!!!!- grito y de un brinco se subió a mis rodillas para darme un enorme abrazo. Apenas y pude maniobrar la mano para que no se me cayera la taza de café vacía.
-Que milagro que nos visitas???
-Recién pasaba por aquí y me dieron muchas ganas de verlos… y mis padres?- le pregunté mientras se bajaba de mis rodillas e iba a poner un poco de música al estéreo que mi hermana casi todo el día mantenía encendido.
-Hmmm… no recuerdo a donde dijeron que irían… - me dijo mi hermana mientras buscaba un CD en la torre de discos que tenía a lado del estero.
Mientras mi hermana se encontraba de pie frente al estéreo, no pude evitar notar que ese día vestía muy sensual con su suéter amarrado a la cintura.
-Supongo que tampoco sabes a qué hora vuelven…
-No… lo siento pero tampoco recuerdo haber escuchado eso…
-No tengas cuidado, supongo que aprovecharé para ponerme al tanto de la vida de mi hermanita a la cual tiene mucho que no veía…
Mi hermana y yo charlamos en la sala recordando los viejos tiempo cuando vivíamos juntos y platicando de sus nuevas andanzas. Y ya para cuando comenzó a oscurecer, a pesar de querer esperar a mis padres, pensé que lo mejor sería retirarme pues al día siguiente tenía sesión fotográfica con una modelo nueva y no quería llegar tarde a la cita.
-Creo que lo mejor será que me vaya… mañana tengo trabajo temprano y quiero quedar mal… te pido de favor si les dices a mis padres que me llamen por teléfono para acordar una reunión o algo por el estilo?
-Si claro… yo les digo…- me contestaba mi hermana dudosa. Parecía que quería decirme algo pero era como si no se animara.
-Sucede algo?- le pregunte tratando de brindarle confianza.
Mi hermana quedo pensativa unos segundos y luego me dijo:
-Conoces el face?
-Disculpa?
-Que si has oído hablar de las redes sociales…
-Sí, desde luego…- contesté.