Había una vez una niña que sólo tenía tres pelos. Un día cuando se iba para el colegio le dijo a su mama: "Mamá, mamá hazme una clineja."
La mamá le dice: "No puedo porque se te cayó un pelo."
Al otro día:
"Mamá, mamá, hazme dos moñitos."
"No puedo porque se te cayó un pelo."
Al otro día:
"Mamá, mamá, hazme una colita."
"No puedo porque se te cayó un pelo."
Y la niña contesta:
"¡Entonces déjamelo suelto!"