Mi hermosa vecina (que es divorciada) llama a mi puerta. Abro corriendo y ella me dice:
- Mira, acabo de llegar y estoy con unas ganas locas de divertirme, de emborracharme y de coger toda la noche... ¿Estás ocupado esta noche?...
- ¡Claro que no!...
- ¿Entonces, me puedes cuidar a mi hijo?