Estaba Juan sentado en un parque cuando notó un cortejo fúnebre de lo más inusual aproximándose al cementerio cercano. Un larga carroza negra era seguida por otra larga carroza negra como a 10 metros de distancia. Detrás de la segunda carroza iba un hombre que llevaba un perro pitbull y detrás de él caminaban 200 hombres en fila india. Juan no pudo soportar la curiosidad, respetuosamente se acercó al hombre que llevaba al perro y le preguntó:
-Señor, disculpe usted, entiendo que este es un mal momento para molestarlo, pero nunca he visto un funeral como éste. ¿De quién es? El hombre respondió:
- Bueno, en la primera carroza va mi esposa. Juan preguntó:
- ¿Qué le pasó? El hombre contestó:
- Mi perro la mordió y ella murió. Juan volvió a preguntar:
- ¿Y de quién es la segunda carroza? El hombre respondió:
- Ahí va mi suegra. Ella trató de ayudar a mi mujer y el perro se volvió y la atacó. Luego de un largo silencio Juan preguntó:
- Disculpe señor, ¿me prestaría su perro? El hombre
replicó:
- Ponte en la cola.