Cada día deambulo con la esperanza de hallarte. Tras las huellas del silencio sigo la ruta del viento y de vez en cuando, el curso de alguna estrella fugaz que me guia y fortalece para que no desfallezca en mi búsqueda de ti. Las gotas de la lluvia ablandan mi sendero y a veces el viento, me trae el verde de tu voz como enjambre de rosales, con su néctar de ilusión, de tallo inigualable y aroma de mujer.
Adriana
EDWIN SIOUX