Milán, que partía como uno de los favoritos al título, necesita una victoria urgente en el campeonato italiano que devuelva la moral a la plantilla después de los últimos tropezones. Por su parte, Juventus, Nápoles y Udinese esperan continuar en la punta.

Aunque no se habla de destitución, tampoco el técnico del Milan, Massimiliano Allegri, puede estar tranquilo después de que el uruguayo del Nápoles Edinson Cavani humillase a su equipo con un triplete (3-1).

El vigente campeón ha sumado solo un punto (en el empate contra el Lazio) y además en la próxima jornada se tendrá que medir contra el Udinese, que ha ganado los dos partidos disputados con un gran juego.

Para Allegri, el principal problema son las lesiones, pues no puede contar con el sueco Zlatan Ibrahimovic, el brasileño Robinho y el alemán Kevin-Prince Boateng.

A pesar del fracaso en el partido contra el Nápoles, el técnico rojinegro repetirá ataque con Antonio Cassano y el brasileño Pato para sorprender a un Udinese que aún no ha recibido goles.

De este mal inicio del campeonato de los milaneses está sacando partido tanto el Juventus como el Nápoles, que han entrado en la baraja de los posibles ganadores del "scudetto".

El Juventus, con dos victorias, recibe al Bolonia que aún no sabe lo que es ganar en este campeonato, y Antonio Conte repetirá su once ofensivo con el serbio Milos Krasic y Simone Pepe que escoltarán a la pareja formada por Alessandro del Piero y Mirko Vucinic, que espera estrenar su marcador personal.

Un Nápoles pletórico después de la amplia victoria contra el Milán ante su afición en el San Paolo se pondrá de nuevo en manos de "El Matador" Cavani para superar al Chievo Verona, que solo tiene un punto.

Mazzarri reconoció que el campeonato acaba de empezar y aseguró que el Nápoles tiene muchos defectos, además como la próxima semana les espera una nueva cita en Liga de Campeones podrá dar descanso a algunos hombres.