Acorralado por las evidencias que le sitúan en el Real Madrid a partir de los Juegos de Londres, Neymar compareció ante la Prensa brasileña para negarlo todo, persiguiendo un gesto que tranquilizara a la hinchada del Santos. "Madrid y Barcelona están llenos de cracks. Yo no tendría ninguna oportunidad allí. No sé cómo decir que me voy a quedar un año o un año y medio en el Santos", comentó con cuidada ambigüedad.

"Me quedo en el Santos. No sé nada de fichajes. Si estoy feliz aquí, no tengo por qué salir. El dinero no importa en mi decisión. Sólo mi felicidad", insistió. Ni siquiera descartó jugar en otros equipos. Horas antes había explicado que cuando fue cazado en un hospital de Sao Paulo pasando reconocimiento médico en realidad se encontraba visitando a un familiar. La presencia del doctor Carlos Díez, jefe de los servicios médicos del Madrid, echaba por tierra su versión.

También recordó la prueba que pasó en el Madrid: "No era feliz y regresé al Santos". Sin embargo, no fue rotundo al hablar más allá del próximo verano: "Hasta los Juegos Olímpicos hay mucho tiempo para pensar. Ni siquiera sé lo que voy a pasar mañana". Y luego retomó el discurso continuista: "Se está diciendo que tengo un acuerdo con otro club y un montón de cosas, pero no es cierto. Me quedo en el Santos".