El colombiano fue la gran figura del juego que su equipo le ganó 4-0 a Racing de Santander.

Radamel Falcao es gol: el hombre gol. Necesita un balón perdido en el área para encontrarlo y mandarlo a la red. Sin más. Es la eficacia personificada. Prioriza el gol y renuncia a la estética. Prefiere el resultado a los elogios, y se gana las portadas por sus goles, no por sus destellos. Hoy hizo tres, sus tres primeros tantos en Liga y promete muchos más, no de palabra pero sí de acción. El primero se lo buscó y lo encontró: retrocedió en el área para recoger un pase atrás de Reyes y a la media vuelta, con la izquierda, la clavó en el palo izquierdo de Toño, que se estiró pero no llegó. El segundo lo puso en el mismo sitio, pero éste de penalti y con la derecha. El partido estaba ya resuelto en el minuto 35. Antes, al propio colombiano, le habían anulado un tanto legal tras fuera de juego de Tiago, que le cedió de pecho. Y después, le anularon otro, esta vez de forma acertada, por también 'offside' tras un rechace de Toño a tirazo de Tiago desde la frontal. En la segunda parte, hizo el tercero: Arda le habilitó por el centro y el colombiano la elevó sutilmente por encima de Toño, hoy desesperado y damnificado por el monográfico goleador de Falcao.

Los tantos del Tigre, y el posterior de Adrián, dan tiempo y espacio al Atlético y a Manzano para solidificar su proyecto, favorecen a la adaptación de Diego y rentabilizan la influencia en el equipo de Arda Turán, que complementa a Reyes en las bandas. Hoy jugaron los cuatro de inicio, aunque Diego se quedó en el vestuario en el descanso. El Atlético salió con todo sabedor de que tenía que arrasar al mermado Racing de Cúper, que llegó al Calderón sin Diop, Torrejón, Kennedy, Munitis y Colsa. Demasiados titulares fuera y demasiados canteranos faltos de minutos y experiencia dentro. No es una crítica, era una obligación. Osmar y Álvaro, recién iniciados en Primera, comandaron la zaga y se encontraron con la rebelión de Falcao y la picardía de Diego. En el 33' y con 1-0, el brasileño llegó antes a un balón dividido y esperó el embiste de Osmar, que pecó de inocente. Falcao amplió el castigo del canterano. En los otros dos tantos del Tigre y en el de Adrián no se les puede responsabilizar.

En ataque, Cúper buscó soluciones pero no las encontró. Serrano, Ariel y Edu Bedía salieron en la segunda parte por el canterano Luque, Arana, y Adrián, pero el Racing no dañó en ningún momento al Atlético más sólido en defensa de los últimos tiempos. Domínguez y Miranda estuvieron vigilantes, Courtois ni se movió hoy. Perea y Filipe Luis respondieron al despliegue físico que su técnico espera de ellos y tuvieron más incidencia en ataque que en defensa. Este año, los laterales y los extremos se convierten en fundamentales para abastecer las ansias de Falcao, que reclama más balones procedentes de los costados que de por dentro. Así se justifica la presencia de Reyes y Arda Turán. El turco, gran asistente, fue el que le puso en la cabeza el cuarto tanto rojiblanco a Adrián. El ex del Depor, que había relevado en el descanso a Diego, la picó ante un entregado Toño (77').

El castigo para el Racing fue duro porque el Atlético nunca especuló. Marcó el primero, y buscó el segundo. Y luego el tercero y el cuarto y siguió corriendo a por el quinto, ya con el debutante Pizzi y Juanfran en el campo. Ése es el primer triunfo de Manzano, que el Atlético ha ganado en intensidad, en ambición e incluso en confianza. El miércoles toca el Sporting, y después la primera gran prueba de fuego: el Barça. Más cuesta arriba lo ve el Racing: con un punto, en puestos de descenso y con el Real Madrid
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