siente que cuenta con todas las armas para afrontar con garantías su 'Año IV'
Josep Guardiola, más motivado que nunca El ‘Pep Team’ regresará del parón de selecciones en un momento dulce, preparado para defender su hegemonía en Europa
Guardiola está satisfecho con la actitud de sus jugadores
El `Pep Team¿ se pondrá de nuevo manos a la obra a partir del próximo miércoles, una vez superado el parón de selecciones, y lo hará en un momento dulce. Josep Guardiola afirma que los ciclos de los entrenadores no se deben alargar en exceso para evitar el riesgo de la relajación. La realidad que le rodea se empeña en disipar cualquier duda. Todos están a punto en `Can Barça¿ para defender su condición de reyes de Europa. El técnico de Santpedor el primero.
Guardiola se siente más comprometido que nunca con sus jugadores y con el Barça después de las excelentes sensaciones que ha percibido desde todos los estamentos de la entidad durante la pretemporada. Los dos títulos conquistados fueron una auténtica declaración de intenciones por parte de sus jugadores: aquí nadie tira una Supercopa, sea de España o de Europa. Menos aún cuando se trata de marcarle el territorio al máximo rival.
El Barça arranca el ejercicio 2011-12 obligado a defender su hegemonía en la Liga y en Europa; una hegemonía que se extiende desde el inicio de la `era Guardiola¿ y que ha exigido un desgaste tremendo a lo largo de estos tres años. A la formidable competencia del Manchester United se ha sumado la del nuevo Real Madrid que Florentino Pérez ha ido construyendo a golpe de talonario y que el dirigente madridista puso en manos de José Mourinho, el supuesto `antídoto¿ contra Pep.
Guardiola tiene la sensación de que cuenta con todas las herramientas necesarias para afrontar el nuevo desafío con plenas garantías. Durante la pretemporada, la directiva ha hecho todo lo necesario para superar las tensiones de tesorería del club y fichar a Alexis Sánchez y Cesc Fàbregas, los dos primeros nombres de su lista de posibles refuerzos. Por otra parte, el técnico blaugrana considera que el respeto a su parcela laboral ha sido escrupuloso por parte de los nuevos responsables del área deportiva. En ellos ha encontrado una forma de trabajar seria y profesional.
Las buenas sensaciones que le llegan desde los despachos se mantienen en el lugar más importante para el entrenador de un equipo de fútbol, el vestuario. Las prestaciones de la plantilla en las Supercopas de Europa y de España fueron excelentes a pesar de que los jugadores estaban muy cortos de preparación física y que se medían a dos rivales del máximo nivel como el Real Madrid y el Oporto. Guardiola se ha deshecho en elogios en los últimos días por la profesionalidad que han demostrado los Xavi, Iniesta, Messi, Keita, Mascherano y compañía. La palabra autocomplacencia se ha borrado del vocabulario barcelonista y Pep no ha tenido que perder ni un minuto en motivar o arengar a sus jugadores. Por otra parte, se encuentra preparado para lidiar con lo que puede ser una nueva temporada repleta de asuntos extradeportivos a través del Puente Aéreo.
En cuanto a los fichajes, han encajado a la perfección en el grupo. Cesc, porque ya era uno más; y Alexis, por su carácter humilde y su deseo de integración. No son percibidos como rivales que vienen a quitar puestos en el once inicial, sino como futbolistas con calidad para ser titulares en una plantilla que afronta un calendario infernal y que necesitará de todos sus efectivos en los momentos decisivos de la temporada.
La satisfacción de Guardiola es plena pues su labor es reconocida en su tierra. El galardón que le será entregado esta semana por el Parlament de Catalunya, la Medalla de Honor en su categoría de oro, le hace especial ilusión a un Pep que siempre ha demostrado su compromiso con Catalunya.
Todos estos factores hacen que lo último que pase por la cabeza de Guardiola en estos momentos sea su futuro como técnico del Barça. Es el momento de competir, de centrarse en los rivales y en los partidos. El asunto de su renovación, si sigue su pauta habitual, solo se planteará cuando no interfiera la marcha del equipo. Y no será un problema si la ilusión, la competitividad y el compromiso de la plantilla se mantienen intactos.