Muchos frentes de batalla están entre los retos del Gobierno Nacional en materia de seguridad.
Las nuevas dinámicas del conflicto, los cambios de estrategia de las guerrillas y el crecimiento económico y de infraestructura del país, que deben ser protegidos con los mismos recursos de las Fuerzas Militares son las asignaturas en que debe afianzarse la estrategia en asuntos de seguridad y defensa, tras el primer año del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
En entrevista con EL COLOMBIANO, el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera Salazar, defendió el primer año del actual Gobierno en el tema más sensible para el país: la seguridad.
Reconoció que la guerra no está ganada, que el conflicto se desplazó a las zonas de retaguardia de las Farc y el Eln, donde nunca habían llegado los soldados y que eso brinda oportunidad a las guerrillas de emboscadas y ataques.
¿Cambió la estrategia de lucha contra los grupos armados ilegales?
"Las Fuerzas Militares están a la ofensiva y no acuarteladas ni desmoralizadas. Desde 2008, las Farc fueron derrotadas en la guerra de movimientos y volvieron a la de guerrillas. Con la llegada de 'Alfonso Cano' y su Plan Renacer, la orden es confundirse entre la población civil, evitar el combate directo y buscar golpes de oportunidad que los encuentran con la Fuerza Pública persiguiendo estructuras hasta sus campamentos en las montañas y en lo profundo de la selva. Una lección del pasado es que solo se protegían centros urbanos. Eso le permitía a la guerrilla meterse en lo profundo de las montañas y selvas donde nunca era atacada. Allí se aprovisionaban y volvían a atacar. Era un ciclo que no paraba, por eso la orden es perseguirlos hasta sus refugios".
¿En qué regiones se concentra la ofensiva militar con esta dinámica?
"Tenemos ahora zonas críticas como el Nudo de Paramillo, Catatumbo, Cauca, Nariño, Putumayo, donde hay fuertes operaciones, sin distraernos del objetivo que es la implosión de las Farc, por su cabeza o corazón. La cabeza es 'Alfonso Cano', que se refugia en una vasta zona entre Cauca, Tolima y Huila. Y el corazón es el Bloque Oriental, entre Caquetá y Meta y donde estaba un líder fuerte como el 'Mono Jojoy'. Allí el poder no está en un cabecilla sino disperso en más de 4.000 guerrilleros en esa sola zona".
¿Eso evidencia que el conflicto está lejos de terminar?
"Reconocemos que hay problemas, hay reducción de criminalidad, pero no podemos cantar victoria. Creo que fue un gran error hablar de postconflicto, del fin del fin de las guerrillas, lo que influyó en la decisión de congelar el crecimiento de las fuerzas Militares tempranamente. No se puede subestimar la realidad de que cualquier país que tenga 9 mil o 10 mil hombres armados, así sea metidos en la selva, tiene un problema de seguridad de marca mayor. Y Colombia lo tiene. Pero gracias a los avances del Gobierno anterior, este Gobierno es el primero que puede sobre la realidad aspirar a dar la puntillada final a las guerrillas".
¿Fue un error afirmar que le respiraban en el cuello a "Cano"?
"Sería un error si fuera mentiras, lo que ocurre es que el país se acostumbró, en apenas tres años, a golpes como las muertes de 'Reyes' y 'Jojoy' y las operaciones Jaque y Camaleón. El país olvida que durante más de 40 años los jefes de la guerrilla parecían intocables. Antes de abatir a 'Jojoy' se hicieron varias operaciones fallidas. El 21 de agosto del año pasado y en julio de este año estuvimos por primera vez muy cerca de 'Cano', se llegó hasta el campamento, es difícil porque esta en una zona selvática y despoblada, se requiere inteligencia precisa".
¿Cuáles son los nuevos planes de seguridad que impulsa Mindefensa?
"El país tenía 8 millones de hectáreas en exploración petrolera, hoy tiene 38. De la misma forma crece la frontera agrícola y la infraestructura nacional. Por ello, creo que es necesario repensar la decisión de congelar los recursos de las Fuerzas Militares".
¿Los soldados están multiplicando esfuerzos para cumplir con su misión?
"Claro, a pesar de esta dificultad, hace 15 días decidimos implementar un nuevo sistema de seguridad en carreteras nacionales. El Gobierno anterior tenía 97 tramos cubiertos y lo aumentamos a 150. Pasamos de cubrir 7.900 kilómetros a 13.000. Un 10 por ciento corresponde a Antioquia. Además, vamos a adoptar un nuevo modelo para hidrocarburos e industria petrolera
¿Fue por decisión propia o por el aumento de los ataques de la guerrilla?
"Es una medida de avance, porque la estrategia inicial fue proteger zonas urbanas y la ofensiva llegó hasta sus campamentos selva adentro. Entonces, quedaron unas zonas grises que de pronto aprovechan para tender una emboscada o quemar un bus. La presión lleva a la guerrilla a quitarse el uniforme y camuflarse entre la población civil y en comunidades campesinas e indígenas. Entonces, ya no se pueden combatir con ataques directos o bombardeos, sino con órdenes de captura. La Fiscalía no estaba preparada para eso, apenas estamos reforzando esa cooperación con inteligencia para judicializar milicianos. Otra dificultad es que la Fiscalía tiene más fiscales investigando policías y militares que investigando grupos armados ilegales".
Según esto, ¿el Ejército se defiende más de lo que se denomina guerra jurídica que de las guerrillas?
"El Ejército está comprometido en la depuración y transparencia, porque el centro de gravedad es la legitimidad, entonces se tiene que garantizar seguridad, pero no a cualquier precio, sino cumpliendo la ley. Pero se requieren funcionarios judiciales capacitados para conocer la dinámica de las operaciones militares y no juzgando desde una oficina. Pero, insisto en que no sería posible la reducción de homicidios en el país este año y del 10 por ciento en Antioquia con los brazos cruzados. Otro ejemplo es que desde este año el Ejército también enfrenta las bandas criminales, que antes solo era responsabilidad de la Policía".
¿El computador de "Reyes" carece de importancia para la Corte Suprema de Justicia a la hora de judicializar a los supuestos auxiliadores de la guerrilla, pero para ustedes debe ser un tesoro para combatirla?
"Respeto la decisión de la Corte, pero espero que haya debate académico, político y jurídico en el Congreso sobre ese particular. El terrorismo no es ya amenaza local sino internacional y hay tratados que obligan a los Estados a combatirlo y para eso son claves las pruebas para identificar células activas y dormidas. Imagínese que los computadores incautados en Pakistán en la operación contra Osama Bin Laden no fueran tenidos en cuenta por jueces en el mundo porque no hubo cooperación judicial de Pakistán".