Varios grupos de colombianos en Estados Unidos han expresado publicamente su descontento porque la película Colombiana, según ellos, “irrespeta al país”. Esperen un momento y me levanto del piso de reirme. Esto me recuerda a los antioqueños que se quejaban por Rosario Tijeras.
El fondo del asunto es que hay personas a quienes no les gusta ver su pedazo de tierra reflejado de manera negativa en medios de comunicación. Si bien es posible que dramatizados en televisión o cine ayuden a perpetuar estereotipos sobre diferentes grupos de personas, los responsables de estas creaciones artísticas tienen derecho a contar historias ficticias que ocurren en lugares reales. Pero la mala fama no la crean ellos, la crea la realidad.
Malgastan su tiempo quienes pretenden culpar a Hollywood por la mala imagen de Colombia. El muerto, como dicen, no lo van a encontrar rioarriba. Flaco favor el que le hacen estos grupos colombianos al pais organizando protestas, por muy pacíficas que sean, en internet y a la salida de los teatros donde se presenta Colombiana; generan publicidad para la película (esta nota es prueba de eso) y asi ayudan ellos mismos a perpetuar los estereotipos que supuestamente quieren combatir.
El cine y la televisión están llenos de estereotipos. ¿Injustos? Probablemente. ¿Vale la pena luchar contra ellos? Es un despropósito hacerlo. Por ahora los dejo, voy a averiguar en qué salas de cine están presentando Colombiana; gracias a esta polémica, ahora no me la voy a perder.