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Denunciante Bronce
 |  Vulnerabilidad de la economía
Calificación: de
5,00
 | Vulnerabilidad de la economía
Por: Eduardo Sarmiento
Las celebraciones de los veinte años del Banco de la República, autónomo, no dejaron ver la realidad mundial.
Basados en los análisis del FMI y de las firmas calificadoras de riesgo, dieron por hecho que la economía mundial se aceleraría con respecto a 2010 y no alteraría las tendencias de la economía colombiana. Fue necesario que las bolsas del mundo se desplomaran en más de 5% en un día para que detuvieran la carrera de elevación de las tasas de interés.
Una de las bases esenciales del modelo colombiano es el banco central, que le da prioridad a la inflación sobre cualquier otro objetivo y la modalidad de cambio flexible. El sistema fue concebido para un mundo de ángeles en que nadie interviene el tipo de cambio y la política monetaria se emplea únicamente para contrarrestar los movimientos menores de la demanda, en particular de la inflación.
El sistema se quiebra cuando el país de la moneda de reserva, Estados Unidos, interviene masivamente para devaluar el tipo de cambio y establece la tasa de interés en cero. Los países con tasas de cambio flexibles y prioridad del control monetario quedan expuestos a entradas masivas de capitales que revalúan el tipo de cambio, desplazan las actividades transables, como la industria y la agricultura, y obligan a adquirir divisas que disparan el crédito y suben los precios de la vivienda.
La solución del Banco de la República de elevar la tasa de interés es destructiva y, tal como se vio hace dos meses, no es más que la carrera del perro para morderse la cola.
Si bien el ministro de Hacienda voto negativamente la medida en la penúltima junta, no presentó ninguna alternativa para detener la revaluación, ni para regular el crédito y las alzas de los precios de activos.
Sus propuestas y decisiones giran en torno a la baja de los aranceles, que acentúa los daños de la revaluación, y a una reforma tributaria que regresa tendiente a bajar los impuestos a la renta y ampliar la base gravable. Lo que no dice el ministro es que está en desacuerdo con la concepción del Banco de la República que propicia la revaluación y destruye las exportaciones industriales.
La elevación de las tasas de interés, la baja de aranceles y la profundización de la revaluación representan el escenario menos adecuado para enfrentar la crisis mundial y se explican por el desconocimiento de las condiciones externas. Las autoridades económicas nunca la divisaron. No oyeron nuestras advertencias desde septiembre de que la economía se dirigía a una recesión de dos caídas y en el primer semestre pasaron por alto la desaceleración de Estados Unidos y Europa y la caída de las bolsas.
Asimismo, se incurrió de nuevo en el error de creer que el país está blindado contra las vicisitudes externas, cuando la economía colombiana es altamente vulnerable por la revaluación, la dependencia de los productos mineros que han experimentado alzas inusitadas de precios y el cuantioso déficit en cuenta corriente. Brasil, otro de los grandes damnificados de la revaluación, que posa de inmune, ya entró en la zona de índices negativos.
La propuesta del Gobierno de unificar los discursos de los presidentes de la región para afrontar la crisis no es práctica. Lo que tienen que hacer es revisar las ideas y las instituciones que copiaron de los países desarrollados y están haciendo aguas a lo largo y ancho del mundo. El primer paso es cambiar los bancos centrales autónomos basados en la inflación objetivo, la modalidad de cambio flexible y la prohibición de financiamiento a los déficits fiscales. En su lugar, se requiere un marco que combine las políticas fiscal, monetaria y comercial para proteger la producción y el empleo y una abierta intervención en el mercado cambiario para asegurar la estabilidad de la balanza de pagos.
Enlace: http://www.elespectador.com/impreso/...ad-de-economia
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