Tras la polémica jura de Ollanta Humala sobre la Carta Magna de 1979, una ministra aseguró que el cambio es necesario "en este siglo XXI". Además, la vicepresidente Marisol Espinoza, una figura muy influyente en el gobierno, consideró que "no hay constituciones sagradas"


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La titular del Ministerio de la Mujer, Aída García Naranjo, apoyó una derogación de la actual Constitución, aprobada en 1993 durante el gobierno de Alberto Fujimori, al manifestar que "el país necesitará en el siglo XXI una nueva" que rescate lo mejor de todos los textos que Perú tuvo en su "historia republicana".

"Entramos a una nueva época y yo no soy de ir hacia atrás, soy una mujer actual", subrayó la funcionaria, quien destacó que el nuevo documento debe asegurar los derechos económicos, sociales y culturales que "la del 93 conculcó".

Estas declaraciones vinieron a confirmar los rumores acerca de que un sector del gobierno tratará de impulsar la redacción de una nueva carta magna.

La postura revisionista, sin embargo, es criticada por otras facciones del gabinete: el ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, advirtió que una medida de ese tipo generaría incertidumbre en el mercado, frenaría la inversión y perjudicaría el empleo.

García Naranjo indicó: "Nosotros no estamos en una lógica regresiva, los derechos humanos son progresivos y nos espera un siglo hermoso". Opinó que detrás del rechazo a un cambio del texto constitucional "yace el sentimiento de ciertos sectores de no aceptar el triunfo del presidente Ollanta Humala".

En tanto, la vicepresidente y congresista, Marisol Espinoza, aseguró que el gobernanate partido, Gana Perú, no planteó la conformación de un grupo revisor de la Constitución de 1993. Aclaró que los eventuales cambios se harán a través del Parlamento, descartando las vías del referéndum o la Asamblea Constituyente, de la que es partidario su colega de bancada Javier Diez Canseco.

Sostuvo, sin embargo, que no es ningún delito hacer una evaluación como esa. "Esto ya se ha visto en el Congreso pasado, pero ahora se venden mitos de Constituciones sagradas", agregó.