Tratamos de cambiar a los demás porque no queremos cambiarnos a nosotros mismos, dijo el escritor austríaco Stephan Zweig.

Esta verdad duele y te llama a crecer en aceptación y tolerancia. Nadie te debe pisotear o manipular, ámate y rompe relaciones enfermizas y dañinas.

Eres feliz al aceptarte y aceptar a los otros como ellos son. Cuando te quieres mejoras tu vida e influyes en los demás con tacto o firmeza, sin entrometerte ni chantajear.

Los expertos en relaciones humanas aseguran que la comprensión y la tolerancia son claves para salir adelante y ser felices.

Comprensión es meterte en la piel del otro y tolerancia es valorar las diferencias y no pretender que la otra persona sea tu espejo o tu copia.

Tu mejor regalo al universo es el cambio que das en tu propio corazón y el amor que ofreces, sin distingos de raza, credo o nacionalidad.

El que ama vive abierto a la admiración, no conoce fronteras y se siente hijo del universo y hermano de todos.

Tu mente es un recipiente que tú mismo llenas de agua cristalina o de aguas turbias y putrefactas. No culpes a otros de tu suerte porque sólo tú eliges controlar tu mente o dejar que ella te maneje.

Cuando quieres cambias pensamientos de temor y duda por pensamientos de fe y seguridad. Si practicas con fe y constancia, notas pronto grandes progresos y todo mejora, paso a paso.

“Los ideales están en ti y los obstáculos para su cumplimiento también están en ti”. Thomas Carlyle.

La clave está en tomar consciencia de tu divinidad, sentir a Dios y aprovechar tu poder espiritual.
Ve más allá de tu cuerpo y mira lo que eres: un ser de amor, un milagro, un ser fantástico

Eres lo que piensas y lo que sientes, toma el timón y sigue el rumbo que elijas.

Si el amor te guía todo saldrá bien.

No desistas aunque la película de tu vida te ofrezca pocas promesas y muchas desilusiones.

Mira en tu interior, deja de buscar excusas o culpables y asume la responsabilidad de tu destino.

Los problemas nunca están fuera y todo puede mejorar si reconoces tus errores y cuentas tus dones.

En lugar de actuar como víctima de tu pasado elige ser arquitecto de tu presente y tu porvenir.

Examina tus creencias y abandona aquellas que te rebajan. Ensancha tus límites con una firme confianza.

Libérate de viejos odios y deja de pelear con los demás y con la vida porque el odio destruye y el amor crea y libera.

Cree en ti mismo, confía en tus capacidades y no dejes que nadie te robe los sueños y la esperanza. Siete días antes de que los Hermanos Wright realizaran su primer vuelo, en 1903, se dio un hecho curioso:

Un editorial del prestigioso periódico New York Times escribió en contra de sus intentos con estas palabras: “El tiempo y el dinero gastados en los experimentos de naves aéreas son un despilfarro”.

Pero los Wright se apoyaban en su fe y en su entusiasmo, no en el pesimismo de los críticos. Y lo mismo han hecho todos aquellos que han dejado huella y han mejorado la calidad de la vida.

Muchos dudaron de Jesús por su origen y decían que nada bueno podía salir de Nazareth, un pueblo insignificante. Entonces, ¿como está tu capacidad de creer e insistir, de aprender de los errores y perseverar?