SIMPLICIDAD
Es tan humano este dolor que siento.
Esta raíz sin tallo florecido.
Este recuerdo anclado al pensamiento
y por toda la sangre reptido.
Que ya ni me fatiga el vencimiento
ni me sangra el orgullo escarnecido.
Mi corazón se acostumbró al tormento
de perder la mitad de su latido.
Ya mi rencor no exige la venganza.
Aprendí a perdonar toda esperanza
como un bello pecado original
Llevo en las manos tantas despedidas,
y en lo que fue el amor tantas heridas,
que me he tornado un hombre elemental.
AUTOR: JORGE ROBLEDO ORTIZ
Sin duda alguna otro de los Grandes...