Como pocas veces se había visto, pacientes y hospitales, tanto públicos como privados, coincidieron en un vehemente reclamo al Gobierno por cuenta del estado de la salud en el departamento de Antioquia.

Mientras los hospitales encienden las alarmas por cuenta de una deuda que asciende a 671 mil millones de pesos, los usuarios protestaron, pues son ellos quienes sufren las consecuencias.

Los hospitales de Sopetrán, Ciudad Bolívar y Guadalupe están en paro. La mayoría registra retrasos en los pagos por más de doce meses y muchos de ellos han tenido que despedir parte de su personal médico.

Aún es incierto el número de antioqueños que no recibe atención médica debido a la falta de pago de sus EPS. Son muchos los hospitales que han dejado de atender los usuarios de las entidades más morosas.

La lista la encabezan instituciones y programas a cargo del Gobierno Nacional, como Caprecom, Nueva EPS y el Fosyga.

Emdisalud y Saludcoop, intervenidas por la Superintendencia, también hacen parte de la lista de morosos que entregó la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa).

"Gran parte del problema está en las intervenciones que ha hecho el Estado. Gran parte de la solución estaría en que el Gobierno haga una intervención efectiva", señaló Luis Alberto Martínez, director de Aesa, para quien la sumatoria de factores "nos tiene ad portas de un colapso en los servicios de salud".

"Los usuarios se están quedando sin atención. Hay falta de un recurso humano que está viendo afectadas sus finanzas, porque nosotros estamos retardando el pago a proveedores, luego al recurso humano vinculado y tercerizado", aseguró Martínez, cansado de la situación de la salud.

"Los hospitales y los pacientes no aguantamos más", afirmó.



Y se preguntan, ¿dónde está la plata?
En las afueras del Hospital San Rafael en Itagüí se escucharon consignas como "exigimos que las EPS paguen" y "la iliquidez de los hospitales pone en riesgo la salud de los usuarios". En este centro, hasta los vecinos y amigos se sumaron, porque, como afirmó María Victoria Rendón, "hemos recibido una buena atención y es triste que no les paguen a tiempo. Por eso, decidí unirme a la protesta".

La gerente, Alexandra Zapata Ortiz, confirmó que les deben unos 24 mil millones de pesos, sobre todo, las EPS del régimen subsidiado, esto ha traído como consecuencia la no atención a unos 120 mil usuarios y el incumplimiento a los proveedores y al personal que labora a través de cooperativas que llevan ya dos meses sin recibir su salario. "Atendíamos más de 1.500 cirugías por mes y bajaron al 50 por ciento; la consulta externa bajó al 54 por ciento. Teníamos descuentos por pronto pago con los proveedores y en este momento les debemos a todos. No se ve una luz pronta, pero creemos que con este movimiento y con la solidaridad de las alianzas de usuarios que ya se están metiendo en el cuento, algo tiene que pasar", agregó la directiva.

Un usuario, Gustavo Gil, acudió al plantón y hasta ayudó a sostener una pancarta. "Excelente esta iniciativa, pues aunque a mí aún no me ha afectado esta situación, puede llegar el día en el que suceda. Es que, ¿quién trabaja sin que le paguen? Eso no es justo".

El coro se hizo cada vez más fuerte. Incluso, las últimas consignas, antes de terminar el plantón que se extendió hasta las 11 de la mañana, las gritaron con el alma. "No trabajamos fiado, ¿dónde está la plata de las EPS?". Con el megáfono en la mano, Diemen Ospina lideró las voces: "Ojalá hubiera alguien por aquí que nos escuchara". Gloria Soto, auxiliar de archivo, estuvo de acuerdo, pero dijo que su compromiso con la salud era tal, que a pesar de no recibir pago, seguían trabajando, porque "primero es la vida".

Con oraciones pidieron ayuda en Caldas
Con un "benignísimo Santos de infinita caridad" comenzó la retahíla de oraciones que médicos, enfermeras y personal de la ESE Hospital San Vicente de Paúl, de Caldas, corearon para dar inicio al plantón, con el que mostraron su preocupación por la situación que viven los centros hospitalarios en el departamento. Como en otras instituciones que se vincularon a la jornada, convocada por la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia (Aesa), entre las 9 y las 11 de la mañana solo atendieron las urgencias.

A los usuarios que esperaban en la reja de ingreso, la comunicadora del Hospital les explicó a qué se debía su protesta y les pidió paciencia. La gente los entendió. "Tienen toda la razón. Es un problema muy grave y no solo aquí. A nosotros ya nos ha afectado esto, por ejemplo la medicina para mi mamá, que me la debían entregar en La Estrella, no me la dieron la última vez", contó Blanca Torres, que aguardaba el final del plantón para entrar donde el ortopedista.

Gonzalo Usma Morales, presidente de la Asociación de Usuarios del Hospital de Caldas, dijo que el momento que vive la salud es preocupante porque se ponen en riesgo servicios como citas con especialistas, entrega de medicamentos y procedimientos que pueden salvar vidas.

Allí, algunos usuarios de EPS subsidiadas morosas, no han podido ser atendidos. "Los que vienen con una urgencia vital se atienden. Pero ante estos hechos uno como médico siente impotencia y dolor al ver que la labor social se ve truncada por un asunto administrativo", confirmó Paula Trujillo, coordinadora de Hospitalización y Urgencias.

Las deudas de las EPS al hospital, que suman alrededor de 8.000 millones de pesos, los hizo pasar de ser una institución correcta con sus proveedores a una que incumple sus pagos. A los empleados, contó Elkin Palacio, subdirector administrativo, les sigue llegando a tiempo su nómina, pero el panorama es cada vez más complejo.