La ciudad de Shizuoka, al centro del país, recibió 27 kilos de esa carne. La partida de carne vacuna llegó también a las pobladas provincias de Kaganawa y Osaka. El ministro nipón de Sanidad, Ritsuo Hosokawa, aseguró, no obstante, que los ciudadanos no deben preocuparse en exceso porque el consumo una sola vez de la carne contaminada no supone una especial amenaza para la salud.

Según los análisis, la carne contenía cuatro veces el límite legal de cesio radiactivo de 500 becquereles por kilo. Se cree que seis vacas comieron pienso contaminado, cuya carne fue la que llegó al mercado. En la misma finca de donde procedían los animales fueron encontradas otras 11 vacas, que tenían un nivel de cesio hasta seis veces por encima de lo permitido.

Todos los animales procedían de una granja del pueblo de Minamisoma ubicada a unos 25 kilómetros de la central de Fukushima, parte de cuyo término municipal está en la zona de exclusión legal. El pienso para los animales se almacenaba en el exterior y contenía 56 veces el límite legal de cesio debido a las emisiones de la central.

Los ganaderos de Minamisoma ya han recibido la orden de que interrumpan "voluntariamente" los envíos de carne, mientras que el Ministerio de Agricultura prometió realizar inspecciones en las cerca de 260 granjas que crían ganado en zonas cercanas a la planta de Fukushima.