La profesora quiere tomarle el pelo a sus alumnos y les dice:
"Voy a hacer dos preguntas, pero el que conteste bien la primera, no deberá contestar la segunda. A ver, ¿cuántos pelos tienen los caballos en el lomo?"
Jaimito responde rápidamente: "Sesenta y dos mil quinientos treinta y cinco."
"¿Y tú cómo puedes saberlo?"
"¡Ah! Esa ya es la segunda pregunta."