Pantagruel Pantagruel.Gustave Doré. Aunque las ediciones modernas de las obras de Rabelais ubican Pantagruel como el segundo volumen de la serie, realmente fue el primero en publicarse, alrededor de 1532. Pantagruel era una secuela de un libro anónimo titulado Les Grandes Chroniques du Grand et Enorme Géant Gargantua. Este primer texto de Gargantua tuvo gran popularidad, a pesar de su construcción, bastante pobre. Los gigantes de Rabelais no están descritos como de una altura determinada, como en los primeros dos libros de Los viajes de Gulliver, sino que varían de tamaño de un capítulo a otro para permitir toda una serie de imágenes sorprendentes. Así, en un capítulo, Pantagruel es capaz de entrar en una corte para defender un caso, mientras que, en otro, el narrador reside dentro de la boca de Pantagruel durante seis meses.
Se describe en él la vida de un gigante de un apetito tan voraz que ha dado forma a la expresión "banquete pantagruélico", con gran humor y todo tipo de excentricidades; parece ser que Rabelais quiso componer este libro para distraer a sus melancólicos enfermos.
Para escribir este primer texto, Rabelais se inspiró directamente en el folclore y la tradición oral popular.
Gargantúa Después del éxito de Pantagruel, Rabelais quiso reescribir a su manera la historia de Gargantúa. Escribe a Erasmo y, animado por el éxito, publica Gargantúa en 1534. Produjo una narración mejorada de la vida y las obras del padre de Pantagruel en Gargantúa. Descarta las fuentes populares tradicionales iniciales y reeditó un Gargantúa literariamente más acabado y netamente más henchido de humanismo que la primera obra.
Este volumen incluye una de las más destacadas parábolas en la filosofía occidental, la de la Abadía de Thelema, que puede considerarse una crítica a las prácticas docentes de la época, o una llamada a la libre escolarización, o todo tipo de nociones sobre la naturaleza humana. La "Abadía de Thelema" era una especie de comunidad ideal, contrapuesta a la corrupción existente en los ámbitos monásticos de su tiempo. El lema de esta comunidad utópica era precisamente: "Haz tu voluntad". Casi con toda probabilidad, Rabelais utilizaba esta imagen para criticar ácidamente al monacato, pues aparte de esta cita no se conoce ningún intento por su parte de preparar o fundar una comunidad semejante.
Esta historia de Thelema ha sido utilizada en defensa de ideas posteriores. Se ha mencionado como ejemplo de la existencia de ideas anarquistas a lo largo de toda la historia: la descripción de la feliz abadía de Théleme —Gargantúa— donde ofrece un cuadro de la vida libre de todo freno autoritario (Rudolf Rocker, Anarcosindicalismo (teoría y práctica). Igualmente, el ocultistaAleister Crowley la considera una profecía sobre su propia venida.