ESTE ES UNO DE LOS TANTOS QUE TENGO, ES COMPLETAMENTE REAL Y NO ME IMPORTA SI O CREEN O NO PUES YO LOS VIVÍ EN CARNE PROPIA Y SOLO YO SE LO QUE EXPERIMENTE

Aun no me atrevo a dar mi verdadero nombre pero el siguiente relato es muy personal y para mi es un gran recuerdo que atesorare el resto de mi vida.

Lo que puedo decir es que soy mexicano actualmente tengo 24 años, soy músico, cantante y compositor, hace varios años accidentalmente vi a mi madre desnuda en su cuarto, ella tenia mucha prisa por cambiarse por que se le hacia tarde para una entrevista de trabajo y no cerro la puerta de su recamara, yo pasaba por su cuarto y escuche ruidos bruscos, era mi madre jalando cajones del armario buscando que ponerse, yo solo me quede mirándola, siempre fue hermosa, morena, delgada, bajita de estatura apenas 1.57, desde que tengo uso de razón ella a sido instructora de aeróbic, pilates y actualmente zumba ya sea en forma privada o trabajando en gimnasios, mi madre en aquel entonces y ahora tenia un cuerpazo, unas nalgas deliciosas, paraditas y bien firmes, sus piernas delgadas y bien marcadas por el ejercicio y por los maratones en los que acostumbraba a participar, sus pechos eran pequeños pero siempre firmes, su aureola y pezones cafés muy naturales y sabrosos y su cabello lacio y corto, siempre me a gustado verla de esa manera, en ese entonces mi madre no se había dado cuenta que yo estaba embobado viéndola desnuda y mi mirada clavada directamente en su bello pubico (de solo acordarme me pongo como burro) y sus caderas bien firmes y perfectamente esculpidas, cuando por fin se dio cuenta me lanzo una mirada al principio aterrorizada por que la sorprendí sin ropa y luego cambio bruscamente a una cara amenazante…oye tu…que ching…estas haciendo..lárgate de aquí!!!

Esas fueron las palabras de mi deliciosa madre, obviamente yo salí volando de ahí y me encerré en mi cuarto, pues no podía creer que la primer mujer que había visto desnuda era la mujer que me dio la vida, aun así pensaba que era genial, pues era y sigue siendo un mujeron, desde entonces no podía sacar de mi mente a mi madre, deseaba verla desnuda cada vez que se pudiera, me convertí en un voyerista descarado; en algunas ocasiones se juntaban varias de sus amigas y vecinas en la casa para tomar sus clases de aeróbic, me fascinaba verla en mallas ajustadas y lycras, su culo era extremadamente deseable, verla hacer cada movimiento y ejercitándose era lo mas genial que podía ver, en aquel tiempo no conocía ni las revistas y películas porno, así que no podía comparar a mi madre con otra mujer , sobre todo ese monumento de culo que siempre a tenido, (debo aclarar que fui muy precoz ya que me fascinaba ver a las mujeres maduras y mas a las madres de mis compañeros de hecho ahora recuerdo otra historia pero eso lo subo después).

Cuando estaba estudiando, mi crecimiento me pegó bastante fuerte, mis calificaciones bajaron mucho y mi obsesión por mi madre creció de forma critica, un día mis padres se dieron cuenta que la puerta del baño principal se había caído hacia un extremo y para raparla tenían que quitarla, jamás se enteraron que fui yo quien la arruino, pues me di cuenta que la puerta estaba algo vencida pero podía reparase rápido así que la afloje mas y casi me colgué de ella para que se cayera, todo para poder ver a mi madre bañándose, solo una cortina de plástico verde separaba mi lujuriosa visión de las carnes de mi madre y aun que me volví flojo y torpe para la escuela, para espiar a mi madre era casi un experto, me encantaba ver la remojándose el cuerpo, ese cuerpo despampanante perfectamente marcado por el gimnasio, ver su vulva cubierta por una capa de bello y notar como sus manos masajeaban sus senos y como sus pezones reaccionaban a este frotamiento, señal de que hacia un buen rato que no tenia nada de acción con mi padre, el era un buen hombre pero cometió muchos errores estupidos en su matrimonio, como el de engañar a mi mama con su secretaria que aun que era muy joven y tenia un par de tetas espectaculares no la podía comprar ni un poco con mi progenitora, mi madre lo supo, le reclamo y discutieron por mucho tiempo por eso, se lo reprochaba cada que podía, pero jamás se separaron, así pase mis días de pubertad hasta que ingrese a la preparatoria donde mi vida dio un giro bastante drástico, yo era el gordito y nunca tuve complejos por eso, por que también siempre fui el mas alto, adelgace cuando crecí por que crecí mucho esa temporada, actualmente mido 1.85 no soy muy alto pero me distingo entre los demás, (por lo menos aquí en México) un día mi santa madre me quedo viendo y mi dijo, oye hijo no quiero verte gordo otra vez, yo siendo instructora de pilates y tu con esa panza?, te conseguí una membresía en el gimnasio donde trabajo…a mi mama no le gustaba verme gordo así que ingrese al dichoso “gym” y nunca lo deje, pues me a dado muchas satisfacciones, satisfacciones en serio, en esa época también comencé mi “carrera” de músico, me deje el cabello largo, me perfore las cejas (cosa que aun no le gusta a mi mamá) y crecí otro poco, pero lo que realmente me cambio fue un día que entre al cuarto de mi madre cuando no se encontraba en casa y por mera morbosidad abrí su cajón de los calzones, pantaletas, bragas o como les guste, era como abrir el cofre de un tesoro, me encantaba verla en calzones, porque en su trasero cualquier prenda se veía fenomenal, pero lo que mas me llamo la atención fue encontrar 3 tangas pequeñas, muy atrevidas para que fueran de mi mama pues siempre fue muy estricta conmigo y muy pudorosa desde aquella vez en que la vi desnuda, una tanga negra, una roja y una rosa con encaje negro al frente.

Otra cosa que me paso por la mente aparte de olerlas y restregármelas en la cara fue que estas bellezas de prendas no eran para que mi papá las disfrutara pues ya hacia mucho tiempo que no dormían juntos, se construyó un cuarto fuera de la casa y otro baño, las riñas entre ellos siguieron pero como lo dije antes jamás se separaron, yo estaba extasiado con esos pedazos de tela que habían estado en esa obra de arte que tenia por culo mi mama, ahora la espiaba mucho mas para apreciarla con esas tanguitas y mirar esas nalgas morenas y duras con las que tanto me masturbaba, un día el celular de mi madre estaba fallando y yo lo revise para ver si podía arreglarlo, solo era que la batería se había desmontado, así que lo coloque bien y le pedí prestado el celular para hacer una llamada a unos compañeros músicos pues teníamos una tocada en la noche, entonces no pude evitar checar sus mensajes de texto y los contactos que tenia, habían muchos conocidos pero había uno que se me hizo muy sospechoso, un tal “primo Alberto” yo conocía a toda la familia y nunca oí hablar de ese primo “Alberto” y mi sorpresa fue enorme cuando vi los mensajes que se habían enviado entre ellos: “me encanto la noche del martes, que bien lo chupas”….”te gusto mi lengua en tu culito?”…Estaban a punto de salirse mis ojos de las cuencas de mi cráneo, mi madre tenia una aventura y no solo eso, era bien puta, caliente y descarada, leí como 13 mensajes entre los dos “primitos” y revise también que tenían unas 45 llamadas registradas entre ellos tan solo en ese mes, lejos de enojarme u ofenderme, la perspectiva con que yo veía a mi mama cambio radicalmente, de verla como una hermosa mujer con tremendo cuerpo pero muy correcta y hasta a veces anticuada, a verla como una zorra que le gustaba mamar verga y ser penetrada con violencia…decidí agregar el numero del tal Alberto a mis contactos pues tenia una gran información acerca de ellos y podía sacar mucho provecho de ello, (lo se, soy de lo mas bajo, pero ustedes también están leyendo esto así que no estamos muy lejos).