Un borrachín llega a un hotel y pregunta por el baño.
"Siga hasta el final del pasillo y gire hacia la izquierda".
El beodo siguió hasta el final del pasillo pero no giró hacia la izquierda, sino hacia la derecha, en dirección a la piscina, a donde cae sin saberlo y grita asustado:
"¡Por favor no le den a la palancaaaaa!"