La policia detuvo una camioneta blanca al ver que bamboleaba en una carretera concurrida, pero la sorpesa vino después cuando abrieron la puerta trasera del vehículo y encontraron un coche metido. Ellos tenían planeado conducir más de 3,500 kilómetros desde Bargteheide, cerca de Hamburgo en Alemania hasta Kazajistán.