Jajaja Con estos antecedentes...
Porno en el Congreso Guillermo Santos Calder
El año termina con una noticia relacionada con informática en entidades del Estado. Se detectaron accesos a páginas de pornografía y para conseguir pareja, desde algunos computadores del Congreso (EL TIEMPO, página 9, 26 de diciembre del 2010). La noticia dice: 'Ingresos a la web no han sido de los congresistas'. Al redactor que cubrió esa información le faltó perspicacia y algo de conocimiento en informática para hacer algunas preguntas obvias, con las cuales el director administrativo de la corporación, Jairo Jaramillo, hubiera tenido que ser más preciso que decir que "esos ingresos no los han hecho los representantes a la Cámara sino algunos colaboradores y trabajadores del Congreso".
Los computadores del Congreso tienen que estar conectados en red a un servidor y todos deben exigir una clave para poder acceder a ella. Si esto no es así, apague y vámonos porque, entonces, se puede esperar de todo. Asumimos que para acceder a todos los servicios y al computador se debe dar la clave secreta y personal de los usuarios de la red, sean colaboradores o representantes.
Para tener una respuesta concreta sobre quién accedió a estas páginas porno bastaría mirar la bitácora de los servidores. Ahí se ve qué usuario entró. Esto es muy fácil de hacer. Si fue un usuario asignado a un representante, es este quien debe responder, ya que, si dejó su computador prendido y conectado a la red, es su culpa y de nadie más. JAMÁS se debe dejar un computador firmado a la red cuando se sale del trabajo o se va a tomar un café. Siempre que aquel se deje solo, hay que apagarlo o salir de la sesión para que cualquier persona que se siente frente a él deba suministrar su clave de usuario. Otra posibilidad es que el representante le haya dado su clave a uno de sus colaboradores o trabajadores. Si esto fue así, igualmente él debe responder por los accesos a las páginas de pornografía, ya que la clave es PERSONAL e intransferible.
Ya es hora de que Jairo Jaramillo ofrezca una respuesta mucho más seria sobre los códigos de usuario bajo los cuales se accedió a las páginas porno y buscadoras de parejas y quiénes fueron los responsables.
Si el director administrativo no sabe cómo investigar estas violaciones hechas contra la red informática del Congreso, se debería empezar a buscar uno que sí sepa cómo hacerlo, pues estamos hablando de los senadores y representantes de los colombianos. Y cuando se cometan actos como los descritos, las respuestas deben ser precisas.
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