La niña del sótano, esta apareciendo otra vez, siempre camina hacia atrás, parece que no anda sola, se ven otras sombras con ella, tengan cuidado, ya la han visto en otras partes del edificio. Cuando se la encuentren no le vean los ojos… si sientes que te tocan la espalda no voltees, de verdad tengan mucho cuidado.
Esta advertencia se las hago desde mi encerrada habitación, me escondo de ella, es imposible porque siempre entra. No crean que le tengo miedo, ya me acostumbro, logró atarme con mi propio pellejo a la ventana y con algo que punza me alcanza la vena aorta hasta que veo borroso y caigo. Coágulos y moscas e el piso.
Ella sabe que escribo esto con un lápiz en la boca, medio ciego y agonizante, espero que se escurra algún insecto y lo mastico hasta la cuenta de cien. Heces es la mejor carnada. En mis manos ya no hay dedos, los dejé en los arañazos de la pared azul, los otros no son míos. Cada vez tengo menos peso, en lo que salga de esta prisión y de esa niña pestilenta, pegajosa, fría y húmeda, tomaré la venganza en mis manos para llegar a ti y convertirte en una masa gelatinosa de carne, tomaré tu alma, tus recuerdo y tu felicidad para alimentarla, seguiré con los que más quieres, y con los otros que se me atraviesen, para sacarles lo que a este engendro le falta para vivir, y cuando vea que ha vuelto a la vida, la descuartizaré y me comeré todo lo que lleva por dentro, para luego guindar lo que quede en esta fría pared para tapar mis desesperadas huellas.
Seguirá su alma en pena, atravesando paredes, volando sobre la fría brisa que entra por las ventanas, sangrarán tus tímpanos cuando escuches su llanto, no la veas a los ojos, viene por ti, será lo último que veas y escucharás como explota tu corazón en un último latido. Cierra los ojos, no tienes mas salida. No te resistas, ella camina hacia atrás, y no anda sola, se ven otras sombras con ella. Avisame si la ves, te diré qué hacer con ella, pero de mi no te escaparás. Axel Gaultier