El presidente de los EEUU
dio un discurso en el Parlamento británico. Se dirigió a los países del Viejo Continente y dijo que la
alianza transatlántica "
sigue siendo el catalizador para las acciones globales"
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Barack Obama se convirtió en el primer
mandatario de su país en hablar ante las dos cámaras del Legislativo británico -
Bill Clinton y Ronald Reagan sólo se dirigieron a la de los Lores-,
desde Westminster Hall, el edificio más antiguo del Parlamento y generalmente reservado a los discursos que emite la reina Isabel II.
"Aunque más naciones asuman las responsabilidades del liderazgo global,
nuestra alianza seguirá siendo indispensable para la meta de un siglo más pacífico, más próspero y más justo", señaló Obama ante una audiencia que incluía a diputados, ministros y jefes de Gobierno pasados y actuales del Reino Unido.
"Nuestro liderazgo conjunto requerirá establecer nuevas alianzas, adaptarnos a nuevas circunstancias y transformarnos para hacer frente a las demandas de una nueva era", agregó.
En cualquier caso, subrayó,
Washington y sus aliados deben mantener su unidad en aspectos como el liderazgo económico, la defensa de los derechos humanos y los valores comunes, y su cooperación en materia de seguridad.
Obama se refirió a las revueltas en Oriente Medio y el norte de África y resaltó que no sólo cree "en los derechos de las naciones, sino en los derechos de los ciudadanos". En ese sentido, llamó a Occidente a respaldar esos cambios " con hechos" e invertir en el futuro de esas naciones.
"Procederemos con humildad y el conocimiento de que no podemos dictar los resultados en otros países. Al final,
cada pueblo tiene que ganar su libertad, no hay que imponerla desde fuera. Pero podemos y debemos alinearnos con quienes luchan por ella", afirmó el presidente de los Estados Unidos.
Obama habló ante el Parlamento británico en el segundo de los tres días de su visita de Estado. El jueves partirá a Deauville, Francia, para participar en una cumbre del G8, en la que pedirá respaldo para la aplicación de su plan económico y político para las democracias emergentes en el mundo árabe.