Mafalda creció, y un día le llegó la primera menstruación, mientras estaba sola. Corrió a la casa de Susanita, y no estaba. Fue a la de Libertad, pero tampoco estaba. Entonces fue a ver a la mamá de Felipito, la cual tampoco estaba. Felipito, al verla tan turbada, le pide que le cuente y le dice:
"Mafalda, yo sé un montón de mujeres, he leído mucho y todo..."
Mafalda lo piensa un instante y decide levantarse el vestido y mostrarle la bombachita con sanbre, a lo que Felipito exclamó:
"¡Ay, Mafalda... te cortaron las bolas!"