Uno de los más grandes impedimentos en la Luna lo constituye el muy fino regolito lunar, el polvo fino vidriado que cubre la mayoría de la superficie lunar, originado por la micro meteorización de la misma.

El regolito contiene rocas, fragmentos de minerales derivados del lecho de roca original, partículas vidriosas formadas por los impactos. En la mayor parte del regolito lunar, la mitad de las partículas están compuestas de fragmentos minerales que están unidos por vidrios de impacto; estos objetos se llaman aglutinados.

Su composición es variable, en general contiene: 40% de Oxígeno, 21% de Silicio, 13% de Hierro, 8% de Calcio, 7% de Aluminio, 1% de Potasio, 1% de Magnesio y trazas de Helio, Neón, Carbono y Nitrógeno. Pero es en esencia en gran parte vidrio molido muy fino.

Es muy abrasivo y se “pega” muy fácilmente a toda superficie de enseres y trajes espaciales.

Si bien puede ser una notable fuente de múltiples recursos mineros, para síntesis de combustibles, agua y oxígeno, será necesario dominarlo en los caminos y en las cercanías habitables (Bases lunares).

Hace poco, leí que el director de la NASA, pedía cualquier idea para una serie de temas espaciales. Entre ellos pedía ayuda sobre este.

Aporto una idea: Aplicar luz concentrada del Sol, durante el día lunar, para producir una costra de vidrio por calor, actuando sobre el vidrio molido. Con la poca gravedad este pavimento será suficiente soporte para los caminos y alrededores de las bases, sin movimiento del molesto polvo.

Tan molesto es, que al ingresar en hábitat cerrados, este polvo desprende olor fétido particular.