La ciudad de Odaka (Minamisoma), parece detenida en el tiempo desde que fue abandonada luego del tsunami que azotó a Japón, las puertas quedaron abiertas, las bicicletas abandonadas. Un taxi parado frente a la estación de tren. Los perros vagan por las calles, sus ladridos y el graznido de los cuervos son el único sonido. Muchas casa y negocios se salvaron del terremoto y posterior tsunami, pero a sus propietarios no se les está permitido regresar por temor a la radiación del reactor nuclear cercano a la zona (20km a la redonda). El fotógrafo de Associated Press David Guttenfelder con sus fotografías en blanco y negro,