Tras haber
bombardeado varias veces su residencia, la
coalición internacional
desconoce si el presidente libio
sigue vivo. La alianza niega que el dictador haya sido objetivo de los ataques aéreos sobre Trípoli
"Y si les digo la verdad,
no estamos realmente interesados", indicó desde la ciudad italiana de Nápoles el brigadier general aliadoClaudio Gabellini. "Nuestro mandato es proteger a los civiles amenazados por los ataques, y no miramos a individuos".
Desde que el pasado 31 de marzo la OTAN asumiera la dirección de los bombardeos aéreos en Libia, la
residencia del líder libio ha sido atacada varias veces. En la pasada madrugada, las fuerzas de la coalición bombardearon desde el aire su vivienda. La agencia
Reuters, por ejemplo, se refiere a cinco misiles que hicieron impacto en la casa.
Durante la noche, también se produjeron
dos explosiones cerca de los hoteles en donde se encuentran los periodistas de los medios de comunicación estatales, que tampoco dista mucho de la sede de la televisión libia y de la agencia oficial de noticias
Jana.
El pasado 30 de abril, un ataque de la OTAN sobre el palacio del líder libio
acabó con la vida de uno de sus hijos y de tres de sus nietos. Su Gobierno ha acusado a la coalición de haber bombardeado varios objetivos civiles, como un centro de rehabilitación para sordos, un centro de salud y de derechos humanos para mujeres y niños y la oficina del fiscal general.