La organización terrorista española dijo que
no exigirá más el impuesto revolucionario. Esta decisión llega después del
alto al fuego proclamado el pasado 10 de enero. Para el Gobierno vasco, éste es "un paso más"
La noticia ha sido dada a conocer por la principal organización de empresarios navarros, la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN). El pasado 26 de abril recibieron una carta de ETA en la que les indicaban que "
la exigencia del pago del impuesto revolucionario ha quedado cancelada", y que
podían comunicarlo a los empresarios y a la sociedad.
La patronal Navarra decidió dar a conocer la carta porque, según su máximo responsable, del mismo modo han comunicado en el pasado las amenazas y chantajes que han recibido. La última misiva que la CEN recibió para que pagara el impuesto revolucionario fue el
26 de octubre. Desde entonces no se tiene constancia de ninguna otro coacción.
La misiva iba dirigida a José Antonio Sarría presidente de la patronal empresarial, y luego se ha descubierto que ETA también ha mandado la carta
a la más importante organización de empresarios vascos, la Confebask, la cual representa a 13.000 empresas en las tres provincias vascas.
Este
pago que ETA exigía a los empresarios vascos y navarros era un modo de chantaje que con el que la banda se financiaba. Del
casi millar de muertos que ETA ha causado desde 1968, algunos eran empresarios que se negaban a pagar el impuesto revolucionario.
Cauto, el
Gobierno vasco ha señalado que el de ETA
"es un paso más", pero que lo que espera de la banda es el anuncio del fin definitivo de la violencia.