Un Almirante no puede comandar las operaciones de las fuerzas militares terrestres, que son el grueso de los uniformados colombianos. Es lógico los cruces y confrontaciones entre Matamoros y Cely, por decisiones que se debieron tomar en ese aspecto. Historicamente, los comandantes de las FFMM han sido hombres fuertemente ligados al ejercito, como Padilla de Leon, Mora Rangel, Ospina. Esto no se puede pasar por alto.
Y lo de la moral del ejercito no se refiere a ese cuento del Resort, o a presuntos casos de corrupción. La moral es minada por el abandono al cual estan sometidos, a la presión de entidades no gubernamentales que acechan a los miembros de las Fuerzas Militares, y que se han llevado por delante a estandartes como Plazas Vega y Arias Cabrales. Que impetu puede tener un soldado al combatir, si cuando se da de baja a un terrorista, inmediatamente se le inicia un proceso judicial, se le somete a una indagatoria, y seguro que no faltaran los cuervos que quieran hacer el trabajo que sus camaradas no pudieron hacer en el frente de batalla.
Por ahi esta una noticia acerca del aumento de la inseguridad desde el 2008, año en donde las farc sufrian los mas duros golpes de su historia, pero, inexplicablemente, el ejercito nacional también sufrio su mas duro golpe, la destitución de 27 oficiales de alto rango el 29 de Octubre del 2008, con la anuencia del entonces ministro Santos y del Presidente Uribe.