Y voló Supermán, con Dale Jr. 
6 autos pasan la meta en menos de una décima de segundo después de 188 vueltas en Talladega.
La carrera de Copa Sprint en Talladega no defraudó en el final, si bien estoy de acuerdo con muchos de los que veiamos la carrera, en que por momentos faltó la acción que siempre esperamos en esta pista. El nuevo estilo de correr en parejas hizo que el grupo se dispersara demasiado en una parte de la carrera, haciendo incluso que algunos perdieran luego vuelta con los líderes tras una secuencia de detenciones en pits bajo bandera verde.
Varios de los tándem también se quedaron guardando sus cartas para el final, como fue el caso de los de Hendrick, que tras haber punteado en la primera parte gracias a su buena clasificación y velocidad, se reservaron luego tratando de sobrevivir para el esperado final. Fue el mismo caso con la pareja del Earnhardt Ganassi Racing de Montoya y McMurray.
El remate de la carrera, después de la última bandera de precaución que salió a 14 de la bandera a cuadros, fue una carrera de siete parejas, que luego se redujo a cuatro. Estaban los dos tándem de Hendrick, que mantuvieron total fidelidad de principio a fin, el del Richard Childress Racing con Bowyer y Harvick, además del de Roush con Edwards y Biffle.
Como siempre en estos remates, no solamente hay que atacar al final, sino saber cuando hacerlo y en eso Johnson obró a la perfección. Intentó en la 3 pasar por dentro pero se quedó sin espacio, luego vio que Gordon abrió esa línea saliendo de la última curva pues el 24 intentaba hacer succión lateral al tándem RCR, y con el empuje de Junior, Johnson logró ganar el impulso que les dio una apretadísima victoria.
En el cronometraje que tenía disponible durante la carrera el margen de victoria fue una milésima de segundo, pero según el de NASCAR fueron dos, lo cual iguala el final más apretado en la historia de NASCAR desde el uso del cronometraje electrónico, incorporado en 1993. Seis autos pasaron la meta con menos de una décima de segundo de diferencia.parece que el público salió contento con lo que vió y yo también me olvidé de la parte monótona de la competencia gracias a esos metros finales.
Brian Pattie manos a la obra con las reparaciones en el auto de Montoya.
Para Juan Pablo Montoya las cosas no se dieron esta vez, y no por su culpa. Hamlin tocó a Newman, lo puso de medio lado y el 39 se fue contra el auto 42 del colombiano. No hubo bandera de precaución, que en mi opinión lo ameritaba, pues había escombros en la pista por el daño en la carrocería delantera derecha del auto del colombiano. Apareció luego pero muy tarde, tres vueltas después, cuando Newman hizo trompo saliendo de la curva dos.
En ese momento ya la llanta delantera derecha de Montoya estaba destrozada y la suspensión rota, igual que la carrocería. Él se había quedado en pista con el auto cojo esperando la amarilla para intentar continuar en la vuelta del líder, pero fue en vano. Su entrada a pits fue directo a garages, donde se efectuaron reparaciones para que pudiera cruzar la meta.
Con el nuevo sistema de puntaje, cualquier punto es vital y el puesto 30 deja a Montoya noveno en el campeonato, luego el impacto sobre su objetivo de estar en el top-10 no fue tanto. Una lástima sin embargo porque tenían auto para ganar. El final de su carrera supuso lo mismo para McMurray, quien se quedó sin su parejo favorito cuando tocaban el vals.