Con tripleta de Mario Gómez, los de Munich subieron al tercer lugar de la tabla.
Tras esta debacle, se complicó el sueño del Leverkusen de disputarle el título al Borussia Dortmund.
En el partido de hoy se vio lo contrario de lo que muchos esperaban.
Un Bayern contra la pared, que lucha por el tercer lugar como quien lucha para evitar el descenso, porque para el equipo bávaro quedarse por fuera de la Liga de Campeones es como descender, no mostró en modo alguno síntomas de inseguridad, sino una gran pegada desde el comienzo del partido.
La ausencia del sancionado Arjen Robben se notó poco y todo el equipo pareció tener más fuerza tras la destitución de Louis Van Gaal.
La diferencia del Bayern de hoy, con Andries Jonker, respecto al de Van Gaal fue, ante todo, que tuvo mayor seguridad defensiva, más profundidad y contundencia.
El equipo bávaro abrió el marcador en el minuto 7, con un autogol de Simon Rolfes, que desvió hacia su propia portería un centro del francés Franck Ribery. Luego, Gómez marcó en los minutos 28, 44 y 45 y su equipo se fue al vestuario en el descanso con el partido resuelto.
En el segundo tiempo, de forma comprensible, el Bayern bajó el ritmo y eso permitió una leve reacción del Leverkusen.
Eren Derdiyok acortó distancias en el minuto 62, pero Franck Ribery marcó el quinto del Bayern en el 75.