Kaká y la barba del millón 
Según publica el Ecodiario, el centrocampista brasileño apareció sin afeitar en el partido ante el Tottenham para buscar la renovación de su contrato millonario con la marca Gillette.
A los más observadores quizá no se les escapó el hecho de que Kaká reapareció ante el Tottenham con la camiseta del Real Madrid y una barba de varios días que dista de su habitual imagen. Ese hecho aparentemente anecdótico puede tener detrás una razón de peso y parece ser que de un buen puñado de dólares.
Porque Kaká está intentado renovar su contrato con Gillette y es imagen en la ida de cuartos de la Champions puede ser una estrategia para atraer de nuevo a una marca que por ahora no ha decidido prolongar una relación que llegó a su final el pasado mes de diciembre. Gillette no ha renovado tampoco a otros deportistas por su discreto rendimiento: Tiger Woods, Thierry Henry, Rafa Márquez...
Gillette tampoco ha renovado su contrato con Leo Messi, en este caso no por su bajo rendimiento sino por las elevadas pretensiones económicas del astro argentino del Barcelona.
Cotizada
La barba de Kaká sigue estando cotizada y habrá que poner un nuevo precio a ese afeitado. ¿Hasta cuándo le veremos con esa barba? De momento, ya dejó ver sus intenciones en el partido contra el Tottenham.
En su caso influyen más factores. No sólo el publicitario, sino también el hecho de que llevaba más de un mes sin jugar un partido y, en cierto modo, quiere empezar de cero. Cambiar de look es muy típico de los jugadores brasileños cuando quieren acabar con una mala racha y pretenden que se les mire, de nuevo, con otros ojos.
Lo hizo Ronaldo en el Mundial de Corea y Japón en 2002. Se afeitó la cabeza y se dejó un mechón en la parte superior de la frente. Quiso que se hablara más de su look que del estado de su rodilla. Tuvo su efecto positivo, con portadas dedicadas a este estilismo y niños copiando el peinado. Ronaldo, al que daban por acabado, ganó el Mundial y acabó siendo el máximo goleador.