CANCIÓN DEL SUR



Promocionada como: ¡Una revolucionaria mezcla entre dibujos y personas reales como nunca habías visto!

Que en realidad quiere decir: ¡Una estomagante mezcla entre racismo trasnochado y ñoñería como nunca habías sufrido!

Es un cuento muy bonito: Sobre un niño que se hace amigo de un viejo cuentacuentos, que le narra todo tipo de historias con moraleja sobre un inteligente conejo.

Excepto que: El niño vive en una plantación de algodón americana en la época de la esclavitud. Y el cuentacuentos es un viejo esclavo negro. Pero es feliz, oye. A pesar de que en la vida real los matasen a trabajar, los tratasen como perros y viviesen en unas condiciones paupérrimas, en el mundo de Disney lo pasan en grande. Se levantan a cualquier hora, se van a trabajar cantando, vuelven como si tal cosa, y se montan unas fiestas cojonudas por las noches. A uno le dan ganas de ser esclavo, vivían mejor que ahora. Y los amos, supercariñosos. Bueno, siempre y cuando te quedes en tu cabaña sin hacer nada en lugar de cometer el atroz delito de contarle cuentos al hijo del dueño. Tampoco se les puede culpar, ya que los cuentos siempre conducen al crío a meterse en problemas. Por ejemplo, cuando el chaval usa su ingenio para librarse de los matones, la alegría le dura tres minutos y se le vuelve en su contra con mayor virulencia. En cambio, cuando se pelea le dejan en paz. O sea, que al final el negro era tonto además de metomentodo. Y luego, aparte de su mensaje racista, la historia del niño es tan triste y lacrimógena que puede causar traumas y llanteras. Sobre todo cuando al pobre lo embiste un toro. En serio. Su padre lo abandona, su madre no le hace caso, abusan de él, le quitan a su perro, y encima le cornean. Te has pasado, Walt.

Presunta moraleja: Con inteligencia, todas las dificultades se pueden superar.

Moraleja real: Los esclavos son felices siempre y cuando trabajen todo el día y no se pongan a molestar a sus amos. Además, pueden irse cuando les de la gana sin que nadie les ponga trabas. Si se quedan es porque están en la gloria.









Promocionada como: ¡Una película sensible y emocionante, dirigida por un antiguo animador de Disney!

Que en realidad quiere decir: ¡Una película deprimente y terrorífica, dirigida por un animador que se fue de Disney porque quería hacer películas más adultas!

Es un cuento muy bonito: Sobre una ratona que busca la ayuda de las criaturas del bosque para salvar a su familia de un desastre, y por el camino averigua que está destinada a ser una heroína.

Excepto que: Don Bluth no quería que la película fuese promocionada como infantil, y eso se nota. Un film en el que la primera frase es “Jonathan Brisby fue asesinado por un gato, que se lo comió vivo, dejando a su mujer viuda y a sus cuatro hijos huérfanos”, no es que incite al jolgorio. Pero luego la cosa empeora. El hijo menor de la señora Brisby está entre la vida y la muerte, y su única posibilidad de supervivencia es guardar reposo, pero el granjero que posee las tierras donde viven va a destruir su hogar, así que deben mudarse o detenerle. Y nadie quiere ayudarles. Menos unas ratas superinteligentes como resultado de un experimento genético en un laboratorio gubernamental del que lograron escapar, aunque en su huida varios ratones fueron despedazados por el sistema de ventilación. Pero claro, también hay un malvado entre ellas que quiere apoderarse del poder que han desarrollado. Para lo cual despachurra al líder de las ratas con un bloque de cemento, y luego pelea a espada con el héroe de la función en un duelo con heridas y estocadas mortales presentadas de forma gráfica. A todo esto se une que el prado en el que viven es tétrico de cojones, que hay un búho profeta que vive rodeado de telarañas, insectos gigantes y huesecillos de sus almuerzos, que el gato asesino parece un león rabioso, que el cuervo amigo de la señora Brisby no para de acosarla sexualmente, y que en un momento su casa con toda su familia dentro se hunde en el fango mientras los chavales ven cómo sube el nivel del barro hasta dejarles sin aire que respirar. Deliciosa.

Presunta moraleja: Una madre haría cualquier cosa por sus hijos.

Moraleja real: Las ratas son inteligentes, amables y valientes. Pídele a tu madre que te regale una. Pero no dejes a su alcance objetos punzantes o productos químicos.