Estaba Pepito en plena Revolución al lado de Carranza y Zapata. En ese tiempo ya no había que comer y pues ya era justo ingerir algo.
Entonces, a Carranza se le ocurre una idea:
"Viendo la situación y como ya no que comer, pues nos tendremos que comer a los humanos; para empezar, yo como soy Carranza, me toca la panza".
"Y yo como soy Zapata, me como la pata".
"Pues yo como soy Pepito... ¡Ya no tengo hambre!"