alguien de 99 años y no tiene enemigos.
Todos deberíamos vivir como esta buena señora.
casi al final del servicio dominical el sacerdote preguntó:
-¿cuántos de ustedes han perdonado a sus enemigos?
El 80% levantó la mano.
El sacerdote insistió con la pregunta.
Todos respondieron esta vez, excepto una pequeña viejita.
-señora... ¿no está usted dispuesta a perdonar a sus enemigos.
-yo no tengo enemigos, respondió dulcemente.
-sra. Eso es muy raro, ¿cuántos años tiene usted?
-99 respondió.
la congregación se levantó y la aplaudió.
- sra. ¿puede pasar al frente y decirnos cómo se llega a los 99 años sin tener enemigos?
La dulce señora pasó al frente, se dirigió a la congregación y dijo:
-porque ya se murieron todos esos hijueputas.