En una reunión de científicos de todo el mundo, llamó la atención un invento magnífico que llevaron los Chinos: una máquina para atrapar ladrones en tiempo récord. Varios alcaldes que asistieron se interesaron en ella y la compraron. A la semana siguiente, los alcaldes se reunieron para constatar los resulatados: El de Rio de Janeiro dice: en mi ciudad, en tan solo una hora atrapamos treinta ladrones.
El de Los Angeles comenta: Nosotros agarramos cuarenta rateros en treinta y cinco minutos.
El de Bagdad expresa que gracias a ella, encerraron a cincuenta delincuentes en veinte minutos.
Finalmente Samuel Moreno afirma: Pues en mi ciudad la pusimos y en sólo diez minutos se lo robaron.