Está prosperando las tesis de que a los Nule hay que darles el principio de oportunidad. Es decir, que hay que tratarlos como víctimas y no como corruptos
¿Qué es lo que tienen los Nule para que los organismos de control les estén dando un trato generoso y benevolente cuando deberían estar siendo requeridos e investigados por la posible comisión de innumerables delitos?
Vaya uno a saber cuál es su secreto. Pero la verdad es que ante semejante audacia uno queda perplejo.
Hasta el día de hoy ni la Fiscalía, ni la Procuraduría, ni la Contraloría los están investigando. Lejos de eso, con su nadadito de perro, se han convertido en las fuentes mimadas del procurador Alejandro Ordóñez, sin duda su gran alma protectora. Hasta Miami se trasladó el Ministerio Público para tomarles sus declaraciones, las cuales le merecieron al jefe del Ministerio Público toda la credibilidad del caso. ¡Qué importa que hubiesen incumplido casi todas sus obligaciones como contratistas -¿qué culpa tienen ellos de que el inquisidor Ordóñez solo investigue el contrato de la 26 y no todos los demás que están parados porque los Nule se evaporaron con el dinero sin haber hecho las obras?-!; ¡qué importa que hubiesen comprado un apartamento en Dubái o un avión privado con el dinero de nuestros impuestos si al Ministerio Público, y al parecer también a la Fiscalía y a la Contraloría, ese tren de vida tan oneroso los tiene sin cuidado!
Pero no solo el procurador los ha convertido en sus niños mimados. A pesar de que la Superintendencia Financiera pidió que se abriera una investigación contra los Nule desde hace más de un año por captación de dineros de manera ilegal, esa investigación está congelada en la Fiscalía. ¿Qué tienen los Nule para ser tan intocables? ¿Cómo así que ellos pueden crear una mesa de dinero y ni siquiera se les investiga? ¿Será que sus socios son los más interesados en que no se conozcan sus nombres ni se profundice la investigación?
Otro tanto sucede en torno a las investigaciones por la presunta comisión de delitos de peculado, de falsificación en documento público, de fraude procesal, de celebración indebida de contratos. A pesar de que los delitos que ellos habrían cometido cubren casi medio Código Penal, y de que las pruebas son abrumadoras, la Fiscalía sigue haciéndose la de la vista gorda.
Lo que sí está prosperando, en cambio, es la tesis estructurada aparentemente por el exfiscal Guillermo Mendoza de que a los Nule hay que darles el principio de oportunidad. Es decir, que hay que tratarlos como víctimas del cartel de la corrupción y no como los corruptos que se beneficiaron de esa mafia de la contratación. Con ese propósito, el propio exfiscal se habría trasladado a Miami, un mes antes de dejar el cargo. Semejante deferencia demuestra que los Nule saben moverse muy bien en los hilos del poder judicial y que desde su cómodo exilio tienen el dinero para pagar los mejores y más prestantes abogados y 'lobbistas'. Y algo me dice que esa lista no solamente la integran abogados como Carlos Isaac Nader, sino personalidades prestantes que tienen otras profesiones. Esta reunión, que en otro país hubiera sido un escándalo, aquí fue escasamente registrada por el 'Teléfono Rosa' de El Tiempo a finales de diciembre. La semana pasada, en una entrevista aparecida en ese mismo diario, el exfiscal Mendoza aceptó haberse reunido con los Nule. Dijo que él había acudido a la cita porque ellos le habían manifestado su decisión de contar cosas sobre el exministro de Transporte Andres Uriel Gallego y que por eso se estaba pensando en otorgarles el principio de oportunidad.
La llegada de la nueva fiscal Viviane Morales no ha cambiado mucho las cosas. Hace unas semanas, en uno de sus primeros pronunciamientos, la fiscal Morales anunció audiencia de imputación contra el contralor destituido Moralesrussi y la exdirectora del IDU Liliana Pardo. De los Nule no dijo ni mu. Ni siquiera los requirió. Ese silencio demostraría que la nueva fiscal sigue montada en la misma tesis de su antecesor y que los Nule van a recibir más pronto que tarde el beneficio del principio de oportunidad.
En cuanto a la Contraloría, las cosas no son distintas: a pesar de que esa entidad trató de embargar unos bienes de los Nule, el Tribunal de Cundinamarca se lo impidió a última hora, con lo cual estos inescrupulosos contratistas han hecho moñona.
Estamos ante un típico caso de cuello blanco en en que solo caerán los peones, mientras los Nule quedan convertidos en unos pobres angelitos extorsionados. ¡Qué vergüenza!
Fuente: semana.com (maria jimena duzan)