Un niño entra en una tienda y pide una hoja y le explica al dependiente que es para su padre, que quiere disfrazarse de Adán por carnaval y necesita la hoja para taparse.
El dependiente se la vende, pero el niño vuelve al poco rato:
"Perdone usted, pero... ¿me podria dar otra más grande? Ésta no es suficiente."
Así lo hace y el niño... vuelve al poco rato.
"Perdone las molestias, pero aún no es suficentemente grande."
El dependiente le da la más grande que tiene... pero a los quince minutos vuleve a tener al niño en la tienda.
"¿¡Aún no es suficiente!?"
El niño dice no con la cabeza tímidamente. El dependiente, ya cabreado, coje una escalera, se sube a la palmera de la calle y corta una hoja y se la da al niño.
Pero... poco después... el niño vuelve a la tienda. Y entonces el dependiente le dice:
"Mira niño, dile a tu padre que se ponga la polla en la boca, los huevos a la espalda y que se disfraze de buzo, ¡cojones!"