Esa misma semana, la había dedicado yo a buscar al afortunado que se cogería a mi esposa. Después de mucho pensar y buscar por fin encontré lo que buscaba.
Se anunciaban en una conocida sala de fiesta de la ciudad con los nombres de Roy and Rick, 2 Puertorriqueños que hacían un espectáculo de striptease bastante subidito de tono.
Cuando conseguí acercarme a ellos, después de una de sus actuaciones y entre en su camerino, me presente y nos saludamos, y enseguida fui al grano:
- Quería proponer lo siguiente: Quiero hacerle un regalo “muy especial “a mi esposa y había pensado en ustedes dos.
- Quieres que nos la cojamos, ¿verdad?
- La respuesta me dejo helado y enseguida sentí una erección.
- Respirando hondo conteste: Sí, pero ha de ser algo casi casual, ella no sabe nada.
- ¿Has pensado en alguna manera?
- he pensado en invitarla al show que ustedes presentan y presentarla con ustedes.
- Eso no sería algo casual, -Dijo Rick.
- Bueno, es que es lo que se me ha ocurrido, ya que en este mes es su cumpleaños y pensé en invitarla aquí, como un regalo de cumpleaños.
- Rick se toco la barbilla y dijo- Tengo el lugar y el pretexto idóneo.
- Nosotros somos copropietarios de un Gym y salón de masajes, esta es la dirección.
- Claro entiendo, ¿les parece bien el próximo sábado, a las 8 de la noche?
- Claro hombre, dijo Rick- lleguen un poco antes ya que a esa hora cerramos, habla con ella, dile que es su regalo para que se relaje y que le vendrá bien.
- Roy puntualizo- Empezara Roy dando un masaje profesional de unos 10 minutos y ahí veremos cómo reacciona; sí Roy ve que se empieza a excitar irá tocando con sus manos y sin prisas sus zonas erógenas, de tal manera de ponerla mas y mas cachonda. Una vez que ella halla consentido ser cogida por Rick y estén en acción, Rick le preguntara sí le gustaría ser poseída por dos y entonces yo entrare en acción. Sale.
- Solo una pregunta- ¿Podre estar presente?
- Desde luego, dijo Roy ¡tú también serás el festejado! y sonrió.
- Nuestros honorarios son $ 1000 por hora dijo Rick y puedes pagarlos al llegar en la recepción.
- 2 horas, y los de antemano.

Comprobé que realmente era lo que buscaba, ya que al estar platicando ellos se secaban con una toalla húmeda el sudor de sus cuerpos y se cambiaban de ropa. Pude ver que sus miembros eran gruesos y grandes y eso que estaban semierectos. –“como el de los actores de las películas pensé”.
-Sin duda eran lo que buscaba. Guapos, educados, aunque no musculosos de buen cuerpo y con gran dotación.
Y así quedamos.
El viernes, víspera, fui poco a poco preparándola. Vimos una película, que ya procure yo que fuera de maridos consentidos, le hice el amor desde atrás de ella, preguntándole si le gustaba lo que veía y si le gustaría estar en el papel de las protagonistas.

El sábado, por la mañana ya le comente lo del regalo, y le gusto aunque se extraño algo cuando le dije que sería en la noche, pero no dijo más.
A las 7:30 de la noche estábamos en la recepción del GYM, una linda señorita nos recibió y nos condujo a unos vestidores, ahí nos entrego unas finas toallas y nos indico en donde estaban los baños. Mi mujer se fue a preparar y yo pude ver que gran cantidad de la clientela y empleados se empezaba a retirar.
- 10 minutos después, la señorita de la recepción entro y nos indico cual era la sala de masajes en la cual nos darían el servicio.
- Ahí nos esperaba Roy, ataviado con pans y playera de mangas cortas en color blanco, radiaba una imagen de pulcritud.
- Mary entro en la habitación con una toalla que le cubría desde las rodillas hasta sus pechos. Por la mirada que le echaron, supe que aquella tarde iba a estar llena de emociones. Se saludaron y el la guio tomándola de la mano hasta la mesa de masaje. Pude comprobar que debajo de la toalla, todavía llevaba puesta la ropa interior.

- Roy le comento que servicio le daría:
- Empezaremos por las cervicales, seguiremos por la espalda hasta la zona lumbar y para concluir esta primera parte proseguiremos con glúteos y piernas.
- Dependiendo de cómo vea el grado de tensión o estrés que tengan sus músculos de la espalda y articulaciones pediré a un colega quiromasajista su apoyo para una propia terapia.
A continuación y como final de esta sesión, trabajaremos muslos y caderas.
- Ok, - respondió mi esposa- ¿cómo me pongo?

La tumbo sobre la cama, boca abajo. Le bajaron la toalla hasta la altura de las caderas. Y con un sensual “permítame” le desabrocho el sujetador. Mary me miró a los ojos, como para escrutar cual había sido mi reacción. Yo le sonreí como sin darle importancia. Mi autentica reacción se estaba produciendo poco a poco debajo de mis pantalones.
Le unto cierto aceite sobre la espalda de mi esposa y con suaves movimientos de las manos empezó a masajear toda la espalda de mi mujer. Ella parecía relajada y parecía que le gustaba aquella sensación.
Terminada la espalda, dijo:
- MMM, siento cierto grado de estrés el cual requiere de estiramiento, pediré al quiromasajista su apoyo. Se dirigió a la pared donde estaba un interpón y dijo – ¿Rick, podrías ayudarme con unos estiramientos a una paciente?,. En unos minutos estoy contigo Roy.
- Mientras proseguiremos ahora con la zona de los glúteos y piernas, relájese dijo Roy.
-Si lo prefiere, su marido puede quedarse.
- Sí, contestó ella.
- Necesito que se despoje de su ropa interior, es para evitar que se manche.
Ella, incorporándose, y sujetándose la toalla deslizó sus panti hasta los tobillos dejándolas al lado de la mesa.
Roy deslizo la toalla hasta más de la mitad del culo de mi mujer tapando solo la unión entre ano y vagina.
- En ese momento se abrió una puerta contigua y entro Rick, mí esposa lo miro y vi con claridad que le llamo su atención su atractivo.
- No tiene por qué preocuparse, somos profesionales.

Ella me miro nuevamente, pues la situación era nueva para ella. Estaba casi totalmente desnuda delante de dos desconocidos que recorrerían su cuerpo con sus manos.
Al ver el culo de mi esposa y aquellas manos frotando las nalgas de mi esposa, mi verga se endureció de forma definitiva lo que tuvo que notar mi esposa pues me miraba constantemente, con esa mirada que pone en los momentos previos a hacer el amor conmigo.
Aquel movimiento de las nalgas, y de las caderas, que una y otra vez le levantaban suavemente empezó a hacer algún efecto en mi Mary, pues veía yo que su cara tomaba un color mas sonrosado. La verdad es que aquel movimiento era excitante. Uno le acariciaba suavemente las nalgas mientras que el otro la cogía por detrás levantando muy suavemente sus caderas imitando las penetraciones del hombre.
Mary que hasta entonces mantenía las piernas juntas las separó levemente, lo que provocó que la toalla resbalara y dejara su culo entero a la vista de aquellos dos. En un rápido movimiento asió la toalla y se la colocó, a la altura de la cintura lo que hizo que uno de los masajistas se la bajara a la vez que le comentaba:
- ¿Se siente molesta?
- No, es que se había caído la toalla.
- Estamos terminando con esta zona y es casi mejor quitarla toda para no perder tiempo. Permítame.
Le quito con delicadeza la toalla. Pero mientras se la quitaba los dedos de Roy quien trabajaba en esa zona fueron deslizándose rozando la raja del culo a lo que, instintivamente mi mujer reaccionó separando levemente las piernas.
Rick se colocó en el costado de la mesa, hacia el que en ese momento estaba mirando mi esposa. Apenas 20 centímetros separaban la mano de mi mujer de la verga de Rick que empezaba a tener unas dimensiones considerables, lo que no pasó desapercibido para mi esposa que de vez en cuando se la miraba no sin cierto rubor.
Roy por su parte seguía masajeando a mi esposa desde los tobillos hasta las nalgas. Fue entonces cuando todo empezó.