"Encontramos el camino".
Llevaba meses con esta idea metida en la cabeza, me excitaba muchísimo imaginarme a mi esposa cogiendo con otro hombre.
Mi esposa Mary en cuestión de sexo siempre había sido muy tradicional. Aunque en la cama cumplía, le falta ese toque lascivo y morboso que tanto me calienta.

Cuando en algún fin de semana veíamos alguna película porno, me encantaba acercarle su mano a mi verga e invitarla a que se masturbe mientras le decía al oído cosas como, “Mira como Cogen” “¿te excita?”, o lo más fuerte que se me ocurrió preguntarle fue: ¿la tiene dura y gorda? A lo que ella, no sin cierta vergüenza me contesta bajito: “Si”.
Me calentaba la idea de preguntarle en el momento en el que el actor se viene:
¿Te gustaría estar ahí?”
¿Te gusta su verga?, o cuando hay una escena de doble penetración preguntarle si le apetecería hacerlo.

Pues bien un fin de semana me decidí. Había una escena con 2 actores dotadísimos, uno alto y otro de mediana estatura dándole lenta y rítmicamente a una linda trigueña de ojos negros y pelo largo, mientras yo con una mano le sobaba su bizcochito a mi esposa que ya estaba para entonces empapada.
Deje de masturbarla, le acerque su mano para que siguiera ella y me retire un poco, ella quería agarrar mi verga con sus manos, pero suavemente se la aparte y le dije:
- Mastúrbate viendo como cogen a esa linda trigueña.
Mary empezó a acariciarse el clítoris, despacio, sin dejar de mirar la película, cuando note que estaba realmente excitada y prestaba toda su atención a las vergas de los chavos entrando y saliendo de aquella chica, me acerque a su oído y le empecé a susurrar:
- ¿Ya viste el tamaño de esas vergas?
- Si- contesto ella.
- Las tienen duras y grandes- seguí yo.
- Si – reiteró ella.
Parecía un poco cortada a los comentarios que yo le hacía, pero yo cada vez estaba más caliente:
- ¿Te gustaría estar ahí?
Mary dudo al contestar, pero sin dejar de masturbarse, dijo:
-Si.
Tan excitado estaba que, mientras ella seguía acariciándose el clítoris, yo le introduje dos dedos en la vagina simulando el movimiento de aquellas lindas vergas, a la vez que le decía:
-Mira como te coge ese chico- y le metía profundo los dedos.
Ella se volvía loca y yo aproveche para seguir con mi especial interrogatorio:
- ¿Disfrutarías mucho con ellos?
- Sí. - contestó.
- ¿Que les harías? - proseguí
Mary que empezaba con sus gemidos pre orgásmicos estaba cada vez más caliente:
- Me metería sus vergas en la boca y empezaría a chuparlas poco a poco para que tú me vieras.
Yo, a todo esto, estaba cada vez mas excitado y le empujaba fuerte los dedos dentro de su apretado bizcochito mientras le repetía:
- ¿Te está cogiendo ese hombre alto?
Ella sin dejar de gemir ni de ver la película, repetía:
- Que grande la tiene, como me coge, que dura.
En el momento de la corrida facial de aquel hombre alto sobre la cara de la protagonista, le susurre a mi esposa.
- Mira qué cantidad de leche, es toda para ti Mary..!!!!.
Ella instintivamente se paso la lengua por sus labios, como en un intento desesperado de saborear el semen que aquel hombre había soltado sobre la cara de la chica.
Yo mientras, le susurraba a su oído:
- Me encantaría verte llena de semen de otro hombre, ver tus labios inundados por su leche y resbalando por la barbilla.


Ella a punto de tener un orgasmo de campeonato, gemía diciendo:
- Cójanme, quiero la verga de ambos dentro, quiero tragarme su leche.
A lo que yo le contestaba:
- Te voy a conseguir un par de hombres para que te cojan delante de mí. ¿Quieres?
- Sí - contesto ella- que me cojan también por el culo, los dos a la vez y me llenen de leche.
¿Cómo te gustaría que te cogieran?
-Con los ojos cerrados como imaginando y la piel de sus brazos erizada por el orgasmo que estaba próximo a venir me contesto:
- Despacio, primero uno, que me bese, subirme arriba de él y entregarle mis tetas para que me las mamen, que me acaricie tiernamente, mamar su verga y sus huevos, su culo, sí mamar su culo. Que me cojan los dos a la vez, que hagan de mí su puta,.

Esta fue la última palabra que dijo antes de venirse. Luego quedó tendida de espaldas y mi leche le cayó entre las nalgas.
¿Te gustó? - Le pregunte.
Mucho.- Fue su respuesta.
Lo que no sé es si se refería a la fantasía que había tenido con el hombre alto de de la película, o al orgasmo que acababa de tener.
Así que deje pasar un par de semanas en la que no comentamos nada y me decidí por hacer realidadaquella fantasía. Sería para el último fin de semana de septiembre.