Érase un paisa tan de buenas que se ganó el Baloto, y decidió hacer un viaje a París para celebrar. Ya estando en el avión volando sobre el Atlántico cae en cuenta de que no sabe una sola palabra en Francés, y entonces pone cara de compungido. Su compañero de asiento - un ilustre Paisano de Medellín- lo vé y le preguntó:
- Oiga Home, ¿qué le pasa a usted pues?
- Pues resulta que voy a Francia y yo lo único que hablo es Español, y eso con trabajos.
Y el otro le dice
- ¡Ni se preocupe hombre! el Francés es refácil de hablar: no más póngale una "e" al final de todo lo que diga y ya está.
Una vez que se baja del avión en el aeropuerto Charles De Gaulle, decide poner en práctica lo que aquel amable caballero en el avión le había dicho sobre el idioma francés, como tenía hambre va a un restaurante que está a las afueras del aeropuerto, se sienta y llama al mesero:
- ¡Meseré, Meseré!
Se acerca el mesero y le pregunta: ¿Oui, Monsieur?
- Yo queré huevé frité con tociné, carné molidé, choricé, mucho arrocé, con Jugué de Naranjé.
El mesero se le queda viendo impasible... toma el pedido y se va... después de un rato regresa y le trae su huevo frito, con carne molida, chorizo, etc. y se lo come gustoso.
Feliz y muy contento por haberse dado a entender, llama al mesero nuevamente:
- ¡Meseré!
- ¿Oui, Monsieur?
- Qué facilité en este paiseté con el idiomé, yo creé que le francesé era mas dificilé.
Entonces el mesero se le queda viendo, le dá unas palmaditas en el hombro y le dice:
- Ve huevoné, ¡agradeceté que sos de Antioqueté, porque sino te jodetés!