Los hechos ocurrieron en marzo de 1994, cuando los funcionarios del DAS capturaron a estas personas acusadas de participar en el secuestro de una joven en Bogotá. Los cuerpos sin vida de los exguerrilleros fueron hallados amordazados y con señales de tortura, en zona rural de Facatativá y La Mesa, en Cundinamarca.
Las autoridades lograron establecer que el violento hecho fue cometido por detectives del DAS durante el operativo para dar con el paradero de la secuestrada.
El presidente de la corporación, Mauricio Fajardo, aseguró que en este caso el estado invirtió sus funciones para actuar como un delincuente, en vez de respetar el debido proceso, así las víctimas fueran culpables del secuestro.
“Si bien las víctimas podían ofrecer peligro para la comunidad dada su presunta participación en el secuestro, no por ello merecían que se les torturara y se les impusiera la pena de muerte, ni cualquier otro castigo que atentara contra su existencia y dignidad”, señaló el presidente.
El magistrado sostuvo que por estos hechos el DAS deberá realizar una ceremonia donde públicamente le pida perdón a los familiares de las víctimas.
“Además de la ceremonia, también tendrá que colocar la sentencia en su pagina web para que cualquier persona la pueda consultar, y como garantía de no repetición el Director del DAS debe hacer llegar a todos sus funcionarios una circular donde cuente los pormenores del hecho y la decisión de la corporación”, anunció el magistrado Fajardo.
Por estos hechos, el exdetective del DAS, Vicente Cuellar Manrique, fue condenado en septiembre de 1996 a 50 años de prisión por homicidio agravado, secuestro y concierto para delinquir.