Un nuevo rico había enviado a su hijo pequeño a Viena para que le enseñaran a tocar el violín.
Cuando el hijo regresa, a los dos años, le pide a un amigo melómano que lo escuche y dé su opinión. Así lo hacen y después de que el niño ha tocado el violín, el padre pregunta al amigo:
"¿Qué te parece la ejecución?"
"Hombre, un poco fuerte. Yo creo que dos bofetadas serían suficiente".