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Trevor Bayne gana la Daytona 500   Bayne, el más joven ganador de las 500 Milllas de Daytona.¿Y quién apostó por Trevor Bayne para ganar este domingo? Ese no estaba en las cuentas de nadie, ni siquiera después de haber corrido muy bien el sábado en la carrera de Nationwide, de haber sido protagonista en el segundo duelo del jueves o de haber conseguido el tercer mejor tiempo de clasificación como el mejor de Ford hace una semana. En una encuesta hecha por el USA Today a un grupo selecto de periodistas de NASCAR, no hubo uno sólo que lo postulara. La guía de prensa de la Copa Sprint, elaborada con todos los detalles de la serie, tampoco incluye al novato de Knoxville, Tennessee, un relativo desconocido aún para muchos seguidores de NASCAR.
Un día después de celebrar su cumpleaños 20, Bayne hizo trizas todos los pronósticos y se convirtió en el séptimo piloto en la historia de las 500 Millas de Daytona en ganar en su primer intento. Lo hizo además con un equipo querido por todos, de mucha tradición y de hecho el de más historia en NASCAR pues compite desde los años 50. Los Wood no ganaba una carrera de Copa Sprint desde que Elliot Sadler les dio el triunfo en Bristol hace 10 años y la de este domingo fue su victoria 99 en Copa Sprint y su número 15 en Daytona. Ahora de repente parece que pueden llegar al centenar de triunfos ya que mostraron tener máquina y ahora cuentan con un buen capitán.
Antes de iniciar la carrera, Bayne convocó a su equipo a una oración y después de ella agradeció a Dios por haberlos puesto juntos. Es muy creyente, pero al tiempo se tiene mucha fe. Mientras en el pasado otros novatos no han conseguido mantener detrás o sobrepasar a un piloto más experto es los remates de carreras en Daytona o Talladega, Bayne hizo el mejor uso de la buena potencia que tenía disponible y aplicó el buen juicio para evitar ser sobrepasado por Carl Edwards una vez su compañero de aventura en el remate, el campeón de 2000 Bobby Labonte, abandonara su paragolpes trasero. El pasado jueves había trabajado muy bien en la succión con Jeff Gordon pero quedó involucrado en un incidente con él, que no fue su culpa. Esta vez trabajó con varios y empujó mucho más de lo que fue empujado.
El equipo Wood Brothers suele siempre poner en pista muy buenos autos. No tiene varios, sólo uno para Copa Sprint, pero le ponen todo el empeño y la atención al detalle necesarias. Por eso en el pasado cuando Bill Elliot estaba en pista, sobretodo en Daytona o Talladega, era siempre uno a tener en cuenta para la calificación. Es una escuadra que fue grande en el pasado, que tuvo su época de oro con David Pearson en los setentas, pero que con la inyección que les ha dado Bayne podría tener un necesario facelift que les de un segundo aire. Es un escenario ideal, un nombre nuevo asociado a una escuadra de tradición, además con un piloto que reconoce su legado histórico, como lo hizo durante la rueda de prensa posterior a la carrera. Cuando Pearson era el hombre, Bayne ni si quiera estaba en los planes de sus padres.
Es admirable lo de Bayne y hay que darle el crédito además de haber sobrevivido a una carrera con récord de banderas amarillas y en la que el pace car, el Camaro SS, lideró casi un tercio de los giros pactados. El nuevo estilo de correr en tándem no fue dominado por todos los pilotos de igual forma, e inclusive entre los mismo compañeros de organización hubo malentendidos, sin ir muy lejos entre McMurray y Montoya quienes trabajaron durante casi toda la carrera. La sincronía que impusieron en los planes de carrera los dos equipos del Earnhardt Ganassi Racing les permitió a ambos liderar la competencia pero un problema de motor para el ganador del año pasado, dejó la estrategia pactada en siete cilindros. Al tiempo Kahne, el otro posible socio de Montoya, chocó contra la pared poco después.
Después de probar con varios socios, Montoya terminó emparejado con Kurt Busch, quien sinceramente pintaba como el socio ideal pues llegó invicto a las 500 tras sus triunfos en el Shootout y el duelo del jueves. Sin embargo en la última vuelta, cuando estaban en la posición soñada, parece que Busch se quedó esperando ganar un poco más de impulso junto a Montoya y en un descuido abrió la línea interna por la que pasó el tren de Carl Edwards y David Gilliland. Mientras el tándem de Montoya y el de Penske se separaba aceptando su derrota, el de Roush trató de intimidar a Bayne quien tapó bien la línea interna y evito crear un posible escenario peligroso tipo Edwards-Keselowski en Talladega 1 2009. "El Primo" tampoco fue demasiado agresivo, y dijo ver como el auto de Bayne se despegó del suyo como un cohete cuando él no encontró el agujero que esperaba y tuvo que frenar su impulso.
Irónicamente Bayne no será líder de la Copa Sprint, pues no está inscrito para puntuar en la máxima división. Junto al equipo Wood Brothers tiene apenas 17 carreras programadas, mientras en Nationwide tiene garantizada la temporada con Roush, motivo por el cual de acuerdo a la nueva normativa tuvo que escoger optar a un título y seleccionó con toda lógica el de la segunda división. Hay que recordar que antes de este domingo Bayne no había ganado ninguna carrera en NASCAR. Tampoco ha corrido muchas, las 35 de Nationwide del año pasado saltando de Waltrip a Roush y 15 que disputó en 2009.
En una carrera en la que algunos de los más expertos parecieron novatos en su afán por llegar al frente, contribuyendo a las 16 neutralizaciones que hicieron de estas las 500 Millas más accidentadas de la historia, Bayne supo mantener ese fino balance. Esta versión de la gran carrera americana fue además la más disputada, si nos basamos en que hubo 74 cambios en la punta, una nueva marca histórica. Con estas cifras, más motivo aún para que el domingo en la noche el equipo Wood Brothers en pleno se fuera a celebrar como en los viejos tiempos, con hamburguesas y malteadas en Steak-n-Shake!
Montoya se va de su quinta Daytona 500 con el quinto puesto en la Copa Sprint, que es estadísticamente y por mucho su mejor inicio de temporada. Eso y la buena suerte que mostró tener para haber sobrevivido a más de un momento límite, muestran que la suerte le acompaña. Ya iba siendo hora para el colombiano.
Los dejo con la foto de uno de los momentos emotivos del día, el recuerdo en la vuelta del Intimidador Dale Earnhardt.  El número 3 de Dale Earnhardt. El público recuerda al intimidador.
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