Se trata de la adolescente Domonique Ramirez, Miss San Antonio, en Estados Unidos.

Sin embargo, la joven de 17 años asegura que no engordó y presentó su caso en la corte para mantener su corona, algo que tendrá que decidir un juez.
El sitio web del periódico italiano 'Corriere della Sera' indica que después de ser elegida en el concurso, que suele resultar un trampolín para las jóvenes que sueñan con participar en Miss América, Domonique comenzó a tener problemas.
Los organizadores aseguran que además de no presentarse a algunos eventos a los que se había comprometido mediante un contrato, y llegar tarde a otros, sin maquillaje o mal vestida, así como con la corona en pésimas condiciones, la joven engordó un poco.
Una de las cláusulas de su contrato indica "Estoy consciente del hecho de que al firmar el presente contrato se ha establecido una base de mis medidas y mi peso", lo que en su caso significa 58 kilos para 1.74 m.
El pasado enero el comité la privó de su corona, pues según los organizadores, Domonique no reflejaba los cánones de belleza de una reina y le pidieron dejar de comer tacos y refrescos así como perder al menos cinco kilos.
Pero Domonique no aceptó la decisión y llevó su caso a un tribunal, por lo que ahora el título de San Antonio está en el aire y un juez decidirá quién tiene la razón. Ella dice que siempre tuvo el mismo peso, quizá con la variación de un kilo de más o de menos, y acusa a los organizadores de no darle un acompañante para ir a los eventos.