Denunciante Avanzado 
|  A como van las cosas, con Santos SÍ podríamos tener TLC con EE.UU
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 |  El comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos publicará oficialmente mañana el reporterealizado por la subcomisión que estuvo de visita en Colombia antes de que el Vicepresidente Angelino Garzónvisitara Washington D.C. la semana pasada. De este reporte se concluye que el cambio de estrategia del gobierno de Juan Manuel Santos de no rogarle más a Estados Unidos para que apruebe el TLC y más bien mostrarles los costos de no hacerlo para los exportadores estadounidenses podría funcionar.
Durante su visita, que acaparó una agenda del alto nivel con reuniones con la Secretaria de Estado Hillary Clinton y su par estadounidense, Joe Biden, el Vicepresidente Garzón le dio un giro de 180 grados al discurso sobre el sindicalismo y mostró cifras sobre la reducción de homicidios de sindicalistas, que han pasado de 197 en 2003 a 47 en 2009, según los datos de la Escuela Nacional Sindical. Además, les explicó que Colombia seguirá firmando tratados de libre comercio con todos los países que pueda y que la dilatación de la aprobación del tratado comercial por parte de Estados Unidos afecta a Colombia pero también a los empresarios del país del norte.
A juzgar por las declaraciones inmediatamente posteriores de Hillary Clinton, la estrategia no funcionó. “El acuerdo todavía no está en el formato que hemos venido discutiendo con nuestros homólogos colombianos. Ellos saben lo que debemos hacer para obtener un resultado exitoso. No queremos enviar un acuerdo sólo por mandar un acuerdo. Queremos enviar un acuerdo que vaya a ser aprobado. (…) Para que el acuerdo sea aprobado tenemos que presentarle un caso claro al Congreso y eso es lo que estoy tratando de lograr”, dijo Clinton después de reunirse con Garzón.
Sin embargo, el gobierno colombiano sí ha encontrado eco en el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes en Washington, el cual es el responsable de todo lo que tiene que ver con la legislación relacionada con impuestos y comercio, incluyendo los tratados internacionales.
Dave Camp, quien preside el Comité, dijo que la dilatación del TLC con Colombia ha significado para Estados Unidos pérdidas por más de 700 millones de dólares, al no lograr ofrecer mejores precios que sus competidores en el sector, especialmente las exportaciones de granos.
Y a juzgar por el reporte que presentarán mañana, miembros del Comité de Relaciones Exteriores también le ‘compraron’ el discurso al Vicepresidente. El reporte es claro en que de no firmar el TLC, Estados Unidos perdería negocios importantes en Colombia. Dice que las exportaciones estadounidenses agrícolas se redujeron de 1,8 billones de pesos en 2008 a 827 millones en 2010. Mientras tanto, las exportaciones argentas agrícolas aumentaron de 457 millones en 2008 a 1 billón en 2010.
Especial preocupación les genera la firma del tratado de libre comercio con Canadá, que según el informe, básicamente desplazaría las ventas de trigo gringo.
“El Tratado de Libre Comercio igualaría el campo al permitirle a los productores de Estados Unidos un acceso igualitario al mercado colombiano”, dice el informe respaldado por el representante Lugar. Y explica que mientras el 90 por ciento de las exportaciones colombianas entran a Estados Unidos libre de aranceles por el ATPA, las exportaciones de E.U. tienen tarifas del 35 por ciento.
El TLC, según el reporte, eliminaría aranceles al 80 por ciento de las exportaciones de productos industriales y de consumo de E.U., el 7 por ciento del total de exportaciones estarían libre de aranceles en los primeros cinco años después de la implementación del tratado y la mayoría de los aranceles restantes se eliminarían dentro de los siguientes 10 años.
Los productos más beneficiados serían los químicos, el caucho, los productos plásticos, la maquinaria y equipos, carros y autopartes. El mayor aumento de exportaciones serían en arroz y productos lácteos de aprobarse el TLC. La penetración de China en el mercado colombiano también les preocupa a los congresistas gringos. Dice que este país asiático aumentó sus exportaciones en un 224 por ciento durante los primeros nueve meses y que de no aprobarse el TLC reemplazaría en una década a E.U. como principal socio comercial de Colombia.
Otros aliados
En el mismo sentido se expresó la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos, una agencia federal cuasi judicial que conduce investigaciones en materia de comercio e intercambio, (como los efectos de las importaciones subsidiadas en la industria doméstica americana) y cuyos informes son presentados directamente al presidente de Estados Unidos y al Congreso americano, también está abogando por Colombia.
Esta Comisión, que ejerce sobre el comercio internacional la misma función que el SEC (Security And Exchange Commission) sobre los mercados de valores, recalcó hace poco que “los tres tratados pendientes (TLC Colombia, Panamá y Corea del Sur) combinados incrementarían las exportaciones de los Estados Unidos por trece mil millones de dólares”. Destacó que los beneficios de los tratados de libre comercio son duraderos y que desde el año 2000, las exportaciones norteamericanas a los trece países con los que los Estados Unidos tiene tratados comerciales “han crecido el doble de rápido que las exportaciones mundiales”.
Añaden que los acuerdos que han firmado Colombia, Panamá y Corea del Sur con otros socios comerciales que compiten comercialmente con los Estados Unidos, “crea una desventaja importante para los exportadores de los Estados Unidos y pone en peligro la creación de nuevos empleos. Por ejemplo, el tratado entre Colombia y Canadá, que entrará en vigencia en julio de este año, elimina aranceles colombianos importantes para los exportadores canadienses, mientras que aranceles semejantes se mantendrán en pie contra las exportaciones agrícolas de los Estados Unidos, que afectarían las exportaciones de trigo, soya y maíz. Colombia también haimplementado tratados de libre comercio con Argentina, Brasil, y los países de MERCOSUR.
Cifras de Proexport demuestran que si bien en 2010 Estados Unidos siguió siendo el principal destino de las exportaciones colombianas, con el 42 por ciento de las ventas locales, perdió casi un 3 por ciento de participación en la torta total de Colombia frente al 2009. Mientras tanto las importaciones de México, China y Corea del Sur aumentaron más del 40 por ciento en el mismo período.
Los derechos humanos siguen pesando
Pese a estos datos y a la retórica del Gobierno, el TLC no tiene garantizada su aprobación. Estados Unidos tiene importantes problemas domésticos a resolver lo más pronto posible y el TLC con Corea del Sur va primero en la lista.
“Human Rights Watch” volvió a “rajar” a Colombia por la impunidad que existe en las investigaciones de homicidios a sindicalistas y el gobierno de Obama podría preferir perder esos millones de dólares en exportaciones que sacrificar los compromisos que tiene con los grupos sindicales que están ideológicamente en contra de cualquier Tratado de Libre Comercio pues aseguran que sus centrales obreras se verán afectadas por la competencia extranjera.
De ahí que para la firma del TLC, Estados Unidos pida mejores actuaciones del gobierno a la hora de proteger los sindicalistas y resolver los casos de impunidad. Estados Unidos tiene que darle “algo” a las organizaciones sindicales que lo ayudaron a subir al poder y el Gobierno, pese a la reducción de homicidios a sindicalistas muchos sindicalistas siguen siendo asesinados en Colombia en razón a su actividad.
Por otro lado, el TLC fue un acuerdo creado y firmado por George Bush y tiene un tinte republicano en su redacción lo que hace que el tratado no sea prioridad para los demócratas, pues ellos quieren hacerlo a su manera. Es decir: los intereses políticos en este caso son más poderosos que los mismos intereses económicos.
El gobierno colombiano ha querido presionar la aprobación del Tratado por el lado de si está en capacidad Estados Unidos de rechazar este TLC por razones políticas, mientras el desempleo se acerca a los dos dígitos y la recesión se alarga un año más. A juzgar por las declaraciones de algunos congresistas, no puede darse ese lujo. A juzgar por las de Clinton, sí puede. Toca ver qué dice el Presidente de Estados Unidos cuando hable sobre el tema ante la Cámara de Representantes. Fuente
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