Más de la mitad de los ocupados en las 13 grandes áreas metropolitanas de Colombia se desenvuelven en la informalidad.

Con 51,7 por ciento, la informalidad laboral se concentra en lo que el Dane clasifica como empresas con un máximo de cinco trabajadores, proporción que sube a 57,5 por ciento cuando se incluyen los negocios con hasta 10 personas.
Esas cifras corresponden al periodo octubre-diciembre del 2010 y muestran reducciones marginales frente a los registros de igual lapso del 2009.
Lo anterior significa que, para el caso de las empresas hasta con cinco trabajadores, incluido el socio o patrono, de los 9'561.000 ocupados en las 13 áreas nacionales en el último trimestre del 2010, 4'939.000 eran informales.
Datos del Dane de un año a otro muestran aumentos en el número de ocupados, con la particularidad de que el 40,7 por ciento de ese incremento fue en la informalidad.
Esos empleos, según los académicos, el Gobierno y los gremios obreros, son de mala calidad, con ingresos precarios y muy baja productividad. La mayoría de esos ocupados se mueven en el rebusque.
La informalidad, según el Dane, es mayor entre los hombres que entre las mujeres: 51,4 y 48,6 por ciento, respectivamente, y en ella el nivel de educación máxima del 83,2 por ciento de los trabajadores es la secundaria.
Los principales centros del país, Bogotá y Medellín, registraron las más bajas tasas de informales, con 47 por ciento cada una, seguidas por Manizales, con 47,4 por ciento.

Quiénes son informales, según el Dane
Empleados particulares y obreros que laboran en negocios o empresas que ocupen hasta 5 personas en todas sus agencias, incluyendo al patrono y/o socio; trabajadores familiares sin remuneración en empresas de 5 empleados o menos; empleados sin remuneración en empresas de otros hogares; empleados domésticos en empresas de 5 trabajadores o menos; jornaleros en empresas de 5 trabajadores o menos; trabajadores por cuenta propia que laboran en negocios de hasta 5 personas, y patrones en empresas de 5 trabajadores o menos.